Verónica Alba: «Las ciencias me han ayudado a no dar por sentado las cosas que nos parecen cotidianas»
Laura Latorre Molins
Periodista
Especial Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia 2021
VERÓNICA ALBA ESCORIHUELA
Especialista en radiofísica hospitalaria en Hospital universitario Miguel Servet
¿Cómo decidió, tras estudiar Física, especializarse en Radiofísica?
Pues realmente, empecé ciencias físicas porque me atraía mucho aprender a entender el mundo que nos rodea, tanto diariamente como aquella parte que está ahí pero que no percibimos. Cuando entré en la facultad no conocía en absoluto esta rama de la Física Médica. Como la mayoría de gente que me pregunta cuando digo que trabajo en un hospital, yo misma no entendía cuál podía ser el papel de un físico en el ámbito médico.
Fue gracias a las optativas de la carrera relacionadas con la especialidad y a la gran labor de promoción que se realiza en la Universidad de Valencia al respecto por lo que pude conocer esta profesión, e incluso realizar prácticas durante la carrera para conocer el trabajo de un físico en este ámbito hospitalario.
Una de sus funciones en el Hospital Miguel Servet es la planificación del tratamiento de radioterapia para pacientes oncológicos. ¿Cómo se preparan estos tratamientos?
En efecto, esta es la parte de nuestra labor en la que más tiempo y recursos dedicamos.
Cuando un paciente oncológico es candidato a recibir radioterapia, el oncólogo radioterapeuta es el encargado de pautar la cantidad de dosis de radiación que éste va a recibir. Entonces se le realiza una imagen TC (conocida como TAC), sobre la que el radioterapeuta delimita tanto el volumen a irradiar como los órganos colindantes que se deben intentar evitar.
En este momento, el paciente pasa a nuestras manos, y mediante el manejo de un programa informático, realizamos el diseño de los haces de radiación que se le impartirán al paciente, apoyándonos en la TC contorneada. Realmente es un procedimiento delicado en el que tenemos que centrar toda la atención, dado que hay muchos parámetros a tener en cuenta.
Una vez planificado el tratamiento, éste es revisado y aprobado por el radioterapeuta. Posteriormente, verificamos que los cálculos realizados por el programa informático son correctos. Si todo está bien, el tratamiento ya está listo para ser impartido al paciente.
Cabe destacar que son tratamientos individualizados, atendiendo a la morfología del paciente y del tumor en cuestión.
Colaborar en el tratamiento de
personas que padecen cáncer y ver en
muchos casos cómo tu trabajo les ayuda a
poder superar la enfermedad es algo muy
agradecido
Otra de las funciones que realiza en el hospital es la del control de las máquinas y se encarga de la seguridad de los trabajadores para evitar que estén expuestos a dosis excesivas de radiación. ¿En qué consiste este trabajo?
Bueno, cabe mencionar que, en el servicio de Física y Protección Radiológica del Miguel Servet, somos un equipo formado por 7 físicos, 4 técnicos de radioterapia y una residente, y que evidentemente, la carga de trabajo se distribuye entre todos.
Pero, en efecto, una importante tarea que tenemos en el servicio es la de poder asegurar que cualquier equipo del hospital que utilice radiaciones ionizantes, como son los equipos de Radiodiagnóstico, algunos de Medicina Nuclear y los de Radioterapia, cumplen con los estándares de calidad definidos en los diferentes protocolos nacionales e internacionales. Esto se consigue mediante la realización de una serie de pruebas de periodicidad variable (algunas son diarias, otras semanales, mensuales, anuales…) que realizamos en todos estos equipos, utilizando para ello material especializado.
Por otra parte, participamos en la realización de los blindajes de las paredes de las salas que contienen estos equipos cuando son instalados. También controlamos mediante medidas periódicas, que realmente estos blindajes son efectivos, asegurando así la seguridad radiológica tanto de los pacientes como de los trabajadores expuestos.
¿Cómo se encargan de los residuos radioactivos del hospital?
Una vez más, contamos con la ayuda de protocolos establecidos a nivel tanto nacional como internacional. En el servicio de Medicina Nuclear se trabaja con isótopos radioactivos tanto para la realización de imágenes de diagnóstico (Gammagrafías, PET…), como para el tratamiento con terapias metabólicas de ciertas patologías (Carcinoma de Tiroides, hipertiroidismo…).
Todos los residuos radiactivos generados de estos procedimientos se almacenan en un determinado lugar hasta que han decaído lo suficiente como para poder ser eliminados como residuos normales. Hay algunos casos en los que la vida media del radioisótopo utilizado es demasiado elevada. En estos casos, se contrata con una empresa certificada y homologada la recogida y el tratamiento de estos residuos.
Mi profesión combina tanto parte de las teorías físicas como la practicidad de una aplicación de éstas que trata de ayudar a las personas
¿Se ha visto su trabajo alterado por el coronavirus?
Pues como no podía ser de otro modo, sí. Creo que nadie nos escapamos de sufrir alteraciones de algún tipo tanto en nuestras vidas profesionales como privadas debido a esta pandemia. En nuestro caso, al inicio de la epidemia, cuando se decretó el estado de alarma, decidimos dividirnos en dos equipos de trabajo, y asistir al hospital solamente la mitad de los días, dado que hay una gran parte del trabajo que no se puede realizar en remoto.
Pero el hospital sí nos facilitó accesos desde nuestros ordenadores personales a los servidores del hospital para poder realizar parte del trabajo en casa. Con esto, evitamos poder llegar a contagiarnos todos a la vez y tener que cerrar el servicio. Evidentemente esto alteró bastante nuestro modo de trabajo, pero pudimos adaptarnos a la situación sin mucho problema. Además, por desgracia, pocos pacientes llegaban al servicio de radioterapia para tratamiento debido a la paralización tanto de los quirófanos como de las consultas de atención primaria y de especialistas en algunos casos.
Tristemente este es un efecto que seguimos percibiendo. En 2020 hemos tratado aproximadamente a 2/3 de los pacientes que tratamos en los años posteriores. Ojalá que esto fuese porque la incidencia de cáncer hubiese disminuido, pero por desgracia, las listas de espera de quirófanos y la falta de consultas presenciales han hecho que en algunos casos los pacientes oncológicos no lleguen a poder realizar el tratamiento necesario para su recuperación, dada la tardía detección de su enfermedad.
Esperemos que esto se normalice pronto. Cuando nos planteamos la mortalidad de la epidemia de Covid-19, deberíamos tener en cuenta todos aquellos fallecimientos que, por desgracia, aunque no han sido consecuencia directa de esa enfermedad, sí han sufrido la falta de recursos disponibles en los peores momentos de colapso sanitario.
¿Qué es lo que más disfruta de su trabajo? ¿Qué le aporta a nivel personal y qué es lo que más le motiva?
Pues cuando estaba estudiando físicas, antes de conocer la especialidad, sentía un triste desasosiego producido por el hecho de que, pese a que me encantaba la carrera en general, no encontraba ninguna aplicación laboral que me pudiese llenar. Aunque realmente hay muchas salidas diferentes, no sentía que conectasen en muchos casos con la realidad de nuestras vidas, y en otros tendían a ser muy analíticas.
Cuando descubrí el mundo de la radiofisica, la verdad es que lo tuve clarísimo, dado que era una profesión que combinaba tanto parte de las teorías físicas estudiadas como la practicidad de una aplicación de éstas que, además de ser muy interesante, también trata de ayudar a las personas.
La verdad es que el poder colaborar en el tratamiento de personas que padecen cáncer y ver en muchos casos cómo tu trabajo les ayuda a poder superar la enfermedad es algo muy agradecido. Claro está que no todo son momentos bonitos, en mi caso tengo la ‘suerte’ de no tener que interactuar directamente con los pacientes, dado que creo que me resultaría muy complicado a nivel emocional.
Alabo mucho el papel de nuestros compañeros de radioterapia, tanto técnicos, enfermeros, secretarios, auxiliares como médicos, dado que me resulta sorprendente poder tener la profesionalidad de ser atentos con cada paciente sin llegar a dejar que les afecte a nivel personal.
A las niñas les diría que no dejen que nadie les diga
que por ser mujer no están capacitadas,
porque eso nunca es cierto
¿Quiénes han sido o son sus referentes?
Bueno pues, sin duda, mi gran referente ha sido mi madre. Puede parecer un cliché, pero es una mujer muy fuerte, que ha sabido sobreponerse a todas las adversidades que le han ido surgiendo y ha sabido incluso sacar partido de ellas. A los 50 años, después de tener que cerrar el negocio familiar se puso a estudiar y ahora mismo es técnico de anatomía patológica en un hospital público. ¡Si sacaba mejores notas que yo! Además, es una persona con un corazón enorme.
Si nos centramos en el ámbito científico, siempre me ha llamado mucho la atención el personaje de la filósofa Hipatia. De cómo en un mundo que se discutía entre la moral cristiana y el paganismo romano, vivió a su manera y fue capaz de realizar descubrimientos asombrosos, entre ellos, se considera la precursora de las orbitas elípticas. Además, era muy respetada como profesora, educó a una selecta escuela de aristócratas cristianos y paganos que ocuparon altos cargos. Por desgracia, fue lapidada por una turba de cristianos, justamente por el hecho de ser fiel a sus principios.
Aparte de Hipatia, la ciencia está llena de mujeres valientes que tuvieron que luchar, a veces sin éxito, por hacerse un hueco, bien merecido, en un mundo que no las aceptaba. Tal es el caso de Emmy Noether, una matemática alemana que fue considerada por David Hilbert, Albert Einstein y otros personajes como la mujer más importante en la historia de la matemática. En física, el teorema que lleva su nombre (teorema de Noether), explica la conexión fundamental entre la simetría en física y las leyes de conservación. A pesar de ello y de todos los logros que consiguió, se le negó la posibilidad de un puesto digno en la universidad por el hecho de ser mujer.
El 11 de febrero se celebra el Día Internacional de las Mujeres en la Ciencia. ¿Cómo animaría a una niña a que se decantara por una carrera de ciencia?
Yo creo que cada uno debe ser lo suficientemente valiente como para seguir el camino que realmente quiera y le vaya a hacer feliz, independientemente de su sexo, raza o posición social. Y por supuesto, sin dejarse guiar por los cánones sociales establecidos.
Es cierto que las carreras de ciencias se veían como más masculinas durante mucho tiempo, por suerte esto ya ha cambiado, y en muchas facultades de ciencias hay ya más alumnas mujeres que hombres. Ahora nos falta acabar de ser reconocidas en ámbitos más elevados, en puestos de mayor responsabilidad.
Pero evidentemente, les diría a las niñas que, desde mi experiencia, las ciencias me han ayudado a entender mucho mejor el mundo que nos rodea, a no dar por sentado las cosas que nos parecen cotidianas, e incluso me han ayudado a forjar un carácter más crítico que me ha acabado definiendo a nivel personal.
Sobretodo les diría a las mujeres del mañana, que hagan lo que quieran y no lo que se les supone que deben de hacer, que intenten ser felices y justas. Que no dejen que nadie les diga que por ser mujer no están capacitadas, porque eso nunca es cierto.
Otra cosa que me encanta de mi ámbito laboral es que en la mayoría de casos no existe esa discriminación sexista, que lo que importan son los conocimientos y el trabajo bien hecho.
¿Hay alguna cosa que le gustaría añadir?
Pues añadiría que, aunque me parece muy importante aún visibilizar la labor de las mujeres en ámbitos todavía un poco segregados, me encantaría que en un futuro próximo no fuese necesario nada de esto. Me encantaría no tener que pasarme el resto de mi vida teniendo que apoyar la posición feminista, por el hecho de que ya se hubiese conseguido una equidad real, que dejásemos de una vez de hablar de hombres y mujeres y empezásemos a hablar de personas. Que no nos extrañase encontrar una decana mujer, o una presidenta del gobierno, sino que simplemente juzgásemos el trabajo de las personas por su capacidad para realizarlo y no por su género.
Entrevista incluida en la edición en papel de febrero de 2021 de Actualidad de las empresas aragonesas