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Natalia López: “En Psicolingüística trabajamos para entender qué ocurre en nuestro cerebro cuando llevamos a cabo procesos lingüísticos”

Laura Latorre Molins

Periodista

Especial Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia 2021

NATALIA LÓPEZ CORTÉS

Investigadora predoctoral en Lingüística en la Universidad de Zaragoza

Usted trabaja en el área de la Psicolingüística. ¿Podría explicarnos en qué consiste su trabajo?

La Psicolingüística es la disciplina que estudia los procesos cognitivos y psicológicos que subyacen al lenguaje. En esta rama de la ciencia trabajamos juntos lingüistas y psicólogos para tratar de entender qué ocurre en nuestro cerebro cuando llevamos a cabo procesos lingüísticos. Nos hacemos preguntas como ¿qué mecanismos se ponen en marcha cuando nos comunicamos? o ¿cómo almacenamos los significados en la memoria a largo plazo? Para responderlas, partimos de datos empíricos y, para ello, realizamos experimentos donde estudiamos el comportamiento de los hablantes al enfrentarse a tareas que tienen que ver con el lenguaje.  

Estudió Filología Hispánica, ¿qué le hizo decantarse por la Lingüística?

Ya con 3º de la ESO sabía que quería estudiar Filología porque me encantaba leer y me apasionaban las clases de Literatura. Entré a la carrera pensando que eso era a lo que me iba a dedicar y, aunque me gustaba también la lengua, nunca me habría imaginado que iba a acabar siendo lingüista. 

Cuando en el primer año de carrera cursé Lingüística General, la profesora de la asignatura me contagió su pasión por el estudio del lenguaje y descubrí que ese ámbito de estudio, uno de los grandes desconocidos a nivel del público general, estaba hecho para mí. Sigo siendo una apasionada de la lectura, pero en mis ratos libres: mi trabajo se centra en estudiar el lenguaje y las lenguas.

Este año presenta su tesis, ¿le gustaría continuar trabajando en investigación después?

Cuando haces una tesis doctoral, tienes que acabar renunciando a ciertas preguntas porque, si no, el trabajo sería inabarcable. O sea que me encantaría seguir investigando y retomar algunos de estos cabos sueltos. El doctorado ha sido una época muy enriquecedora para mí en todos los sentidos y me ha hecho darme cuenta de cuáles son mis pasiones, por lo que ahora sé a ciencia cierta que la vía de la investigación me interesa mucho.

Sin embargo, también me encanta dar clase y creo que, si acabara dedicándome a la enseñanza, encontraría una manera de transmitir el amor por la Lingüística a los alumnos, igual que lo hicieron mis profesores conmigo.

¿Qué es lo más satisfactorio de dedicarse a la investigación?

Desde mi punto de vista, me resulta muy satisfactorio el hecho de encontrar respuestas a las preguntas que me he planteado. Y eso que, normalmente, la pregunta que te haces al iniciar cualquier investigación es demasiado ambiciosa y tienes que acabar concretándola y delimitándola. Pero aun así: encontrar respuestas, por pequeñas que sean, siempre es apasionante. Además está el hecho de saber que estás contribuyendo al estudio de algo más grande que tú y al que se dedican muchísimas personas. En el caso de la Lingüística, estás poniendo tu granito de arena para que podamos saber más sobre un fenómeno natural que nos hace únicos: el lenguaje.

¿Qué le aporta a nivel personal?

Además de asuntos más prácticos (como poder trabajar a mi ritmo), este trabajo me ha aportado unos vínculos sociales que espero que se mantengan en el tiempo: gracias al contrato de investigación del que disfruto, he tenido la oportunidad de formar parte de un equipo maravilloso, el grupo de investigación Psylex (Lenguaje y Cognición) de la Universidad de Zaragoza. Todos mis compañeros me han ayudado muchísimo en esta etapa y he aprendido de cada uno de ellos.

¿Todavía cuesta aceptar que las ciencias sociales y humanas también son ciencias? ¿Cree que todavía se sigue vinculando la ciencia a áreas más tecnológicas o ramas de la salud?

Creo que la división entre ciencias y letras está muy presente en la sociedad actual. Cuando pensamos en la palabra “ciencia”, nos imaginamos a un investigador con bata blanca y unas cuantas probetas. Que no se me malinterprete: eso es, efectivamente, ciencia. Pero lo que hacemos desde otros ámbitos, también. 

Por ejemplo, los lingüistas aplicamos el método científico para aproximarnos a nuestro objeto de estudio (el lenguaje y las lenguas): observamos la realidad y delimitamos lo que queremos estudiar, planteamos preguntas de investigación y posibles respuestas y, por último, falsamos nuestras hipótesis partiendo de datos empíricos. Si los datos van en contra de lo que habíamos planteado (como muchas veces sucede), volvemos a la casilla de salida y comenzamos todo el proceso de nuevo, como cualquier otro científico.

¿El futuro pasa por romper esa barrera entre “ciencias” y “letras” y enfocar la investigación desde una perspectiva multidisciplinar?

Totalmente. Partiendo de mi experiencia personal, para poder hacer mi tesis doctoral he tenido que recurrir a expertos de otras áreas para que me ayudaran con determinados aspectos de mi investigación. En mi tesis, por ejemplo, recojo varias tareas experimentales: la formación en aspectos de diseño experimental o análisis estadístico que se da en las carreas de Humanidades es escasa o nula, por lo que cuando tuve que enfrentarme a estas fases de mi investigación necesité ayuda. Y esto no hay que verlo como algo negativo: es, de hecho, muy enriquecedor. Nosotros, sea cual sea nuestra rama de estudio, seguro que podemos aportar cosas a otros ámbitos. Creo firmemente que para hacer ciencia tenemos que trabajar en equipo.

Usted ha participado en la iniciativa 11F difundiendo en varios colegios el trabajo que realizan los lingüistas. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Ha sido una experiencia fantástica y que espero que se pueda repetir en el futuro. Precisamente porque la Lingüística es una disciplina bastante desconocida y 

sobre la que existen muchos prejuicios, me puse muy contenta cuando me contactaron de varios centros para que participara. Ayer estuve en el Colegio Cristo Rey y pasé por todas las clases de 1º de la ESO con una charla titulada “¿Hacemos experimentos los lingüistas?”.

De hecho, preparé una simulación de experimento psicolingüístico para que lo pudiéramos hacer juntos en clase. Al principio me daba miedo que no fueran a participar y que nos les interesara el tema, pero sucedió todo lo contrario: me hicieron preguntas muy interesantes, querían salir todos a la pizarra para hacer el experimento… ¡Quizá en esas aulas haya algún futuro lingüista!

Como lingüista, científica y mujer, ¿qué referentes ha tenido en su carrera?

A nivel académico, sin ninguna duda, mi directora de tesis: Mamen Horno Chéliz. Ella es esa profesora de las que hablaba antes, la que me descubrió todo este mundo. Y no solo eso, ella es la que apostó por mí y la que me ha hecho llegar a donde estoy. Admiro mucho toda su investigación y, sobre todo, la dedicación con la que aborda su trabajo.

A nivel personal, he de mencionar a mi madre: ella es médico y, aunque “yo salí de letras”, siempre ha estado de mi lado y ha mostrado interés por todo lo que hago. Desde que dije que quería estudiar Filología y una vez vio que era lo que de verdad me gustaba, me apoyó al cien por cien y movió cielo y tierra para que consiguiera todo lo que quería. Además, es una mujer trabajadora, luchadora y que da todo para que mi padre, mi hermano y yo estemos bien. ¡Y siempre lo hace con una sonrisa!

Creo firmemente que para hacer ciencia tenemos que trabajar en equipo

Hoy se celebra el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, ¿qué mensaje querría transmitir a las niñas para que se interesaran por la ciencia?

Si hay alguna niña leyendo esto, lo mejor que puedo decirle es que, con esfuerzo y dedicación, puede conseguir todo lo que se proponga. Mientras crecen esas niñas, que serán las científicas del futuro, el resto de mujeres seguiremos trabajando para hacer de la sociedad un lugar un poquito mejor.

¿Hay algo que quiera añadir?

Ojalá llegue un momento en el que un día como este no haga falta, porque significará que ya no es necesario reivindicar el papel de la mujer en el ámbito científico. Hasta entonces creo que es muy importante que todas participemos, dentro de nuestras posibilidades, en iniciativas como estas, que visibilizan el trabajo que hacemos. ¡Gracias, Laura, por darme esta oportunidad!

Se puede consultar el perfil de Natalia López Cortés y conocer más sobre su tesis doctoral haciendo clic aquí

Redacción AEA/LLM

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