El Centro de Historias expone ‘(in)Visible’: el viaje de la mujer hacia la visibilidad, con la ropa interior como hilo conductor
Una exposición en el Centro de Historias reflexiona sobre la intimidad y la emancipación femeninas a través de colecciones históricas de lencería, las pioneras de la corsetería, el bordado o el diseño artístico de corsés
(in)Visible es una exposición que, a través del simbolismo de los diseños y costumbres en torno a la ropa interior en el siglo XX, propone seguir el camino, aún inconcluso, de las mujeres hacia su plena visibilidad e igualdad. Un viaje a través de la intimidad femenina que secularmente se ha circunscrito a la cúpula de cristal del hogar, pero que en la historia reciente habla de emancipación y de la ocupación de cada vez más terrenos de la esfera pública, a todos los niveles.
(in)Visible no es exactamente una exposición sobre lencería, sino más bien la corsetería, esa ropa interior destinada a no notarse, a ser invisible, a disimular imperfecciones: desde los corsés a las fajas o a la que popularmente se conoce como la de color carne. Es la más cotidiana, la más funcional y, casi siempre, la menos bonita.
Pero, gracias a la progresiva voladura de los estereotipos, a la apertura a la diversidad y a una profunda revisión de los roles y de la idea de belleza, el color carne -que aquí nos sirve de metáfora- es hoy en día muchos colores. Las mujeres y su universo son cada vez menos invisibles.
El recorrido
La exposición se divide en tres salas temáticas en las que se combinan la moda, el arte, la ilustración, la fotografía, labores tradicionales como el bordado, la historia e importantes colecciones textiles.
SALA 1: ¿Dónde estamos?
La exposición comienza pegada al presente, tratando la relación actual que las mujeres tienen con su propia intimidad, con la ropa interior y, por extensión, con su propio cuerpo. Son miradas contemporáneas en tres ámbitos: la moda, la ilustración y las redes sociales, que escenifican el creciente desprejuicio y la libertad con que se afrontan cuestiones tradicionalmente asociadas al pudor o la culpa.
Es el caso de la veintena de ilustradoras que han cedido sus obras para la exposición, cuyos trabajos están llenos de humor e ironía. (in)Visible cuenta con las obras de Lyona, Elda Broglio, Sara Jotabé, Amancia Hortera, Amalia Torres, Beatriz Entralgo o Blasina Rocher.
La moda también representa ese cambio de roles, con paradójicamente, el corsé como punta de lanza. De
prenda que constreñía el cuerpo, ha pasado por obra y gracia de los modistos, a ser un símbolo de poderío. Es el caso de Maya Hansen, una de las diseñadoras más destacadas del panorama de la moda española, fija en la Madrid Fashion Week, de la que se pueden ver tres piezas, así como sus bocetos para uno de los corsés que ha diseñado para Shakira.
En este apartado brilla también la obra especialmente creada para (in)Visible por Clementine Ortega, diseñadora de La Villa Clementine, una pieza única inspirada en el Barroco. Los aragoneses Enrique Lafuente y Martha Peters, especializados en corsés, completan este apartado.
Las redes sociales tienen también un lugar importante en la muestra, con una selección de cuentas de Instagram que giran en torno a la ropa interior y la intimidad de las maneras más diversas y atendiendo a nuevas sensibilidades, como el ‘no género’.
Sala 2: ¿Para presumir hay que sufrir?
Es la dedicada plenamente a la ropa interior y su ambivalencia en el universo femenino: por un parte, oprime el cuerpo, por otro responde a un ideal de belleza y, con el paso del tiempo ocupa un papel crucial a la hora de facilitar la incorporación de la mujer al deporte, por ejemplo.
En este apartado tiene un lugar destacado el corsé, tanto desde el punto de vista de su simbolismo opresor, como desde su evolución en la historia de la indumentaria, de la mano de una de las colecciones textiles más importantes de Aragón, la de Julio Bellido.
Se tratan también aspectos relacionados con la salud, recordando a figuras tan importantes como la de Dolores Aleu, la primera mujer doctora en Medicina de España, adelantada a su tiempo y adalid de la importancia de la higiene íntima y de la salud femeninas. También hay un hueco para la corsetería más moderna, donde la innovación y la tecnología se ponen al servicio de las nuevas necesidades de la mujer en muy diversos campos.
SALA 3: Del ajuar al bordado contemporáneo
Pioneras
La última de las salas recibe al visitante subrayando el papel tan importante como desconocido que la industria de la corsetería ha desempeñado tanto en la innovación tecnológica como en la incorporación de la mujer al mundo, no solo laboral, sino de la empresa. Es en ese sector donde aparecen los nombres de empresarias pioneras. Es el caso de Pilar Lana, de cuya mano llegó a Zaragoza, a finales del XX, nada menos que la máquina de vapor. O de Teresa Vigata, que en 1901 abriría en la entonces calle Cerdán (hoy Avenida Césaraugusto) La Suprema, una corsetería que sigue con las puertas abiertas habiendo pasado por las manos de varias generaciones de la misma familia, siempre mujeres.
Intimidad compartida
En este apartado se trata cómo muchas mujeres siguen obligadas a resistirse a la fuerza centrípeta del microcosmos familiar: continúan la brecha salarial, los techos de cristal o los problemas para conciliar. Una lucha contra un destino impuesto, que comenzó a finales del XIX cuando la realidad dominante para las mujeres era una vida supeditada al papel de ‘reina’ del hogar, madre y esposa. El ajuar representa a la perfección ese determinismo desde niñas. (in)Visible reúne varios ejemplos, tanto de entornos rurales como urbanos.
También se detiene en los aspectos positivos que proporcionaban las tareas domésticas, en lo que la muestra denomina «Intimidad compartida». Bordar en compañía era un vehículo de socialización, de información y de hermanamiento con otras mujeres.
Hasta de alfabetización, en el caso de los dechados, paños de muestra, muchas veces letras, para aprender a bordar. La exposición reúne varias piezas únicas, tanto de colecciones particulares como de artistas consagradas.
En esta sala, además, con las obras de importantes artistas aragoneses, como Marín Bagüés, Lina Vila y Alicia Vela o Compairé, en torno a la temática de las tareas del hogar y el bordado en compañía.
(in)Visible tiene como colofón el bordado contemporáneo. El nuevo acercamiento, libre de las cargas de generaciones anteriores, que los más jóvenes están realizando, por ejemplo, hacia el bordado. Como
ejemplo, hay bastidores de Es El Gato, La Venticatorce, Taimyr Faye, Claudia Caracoche, ‘collages’ de Ruvitijeras y el espectacular trabajo de la bilbaína Estefanía Martín Saenz, anteriormente expuesto en Museo ABC de Madrid. Y trabajos reivindicativos de la colombiana Mercy Rojas, para el colectivo de arte textil ‘Mottainai’
ALGUNAS CURIOSIDADES DE LA EXPOSICIÓN
Pilar Lana
La exposición se detiene en la poco conocida figura de Pilar Lana, una zaragozana pionera que, a finales del XIX, creó su propia fábrica de corsés. De un taller en la calle de San Voto pasó a tener una gran fábrica en Zaragoza, referente de innovación tecnológica. De su mano vino por primera vez a la capital aragonesa nada menos que la máquina de vapor.
Colección de Bellido: el sujetador ‘tipo Jacob’
La colección de Julio Bellido está llena de bellas piezas y de curiosidades. Por ejemplo, en la exposición pueden verse dos «protosujetadores» de los años 30 ‘tipo Jacob’. El nombre remite a la estadounidense Mary Phelps Jacob, la primera en patentar el sostén y cuya vida, llena de transgresiones, fue realmente de película.
Colección Monegrillo
Si la colección de Bellido lleva al Centro de Historias ejemplos de los avances en corsetería, las de las mujeres de Monegrillo tiene el gran valor de retratar las costumbres del medio rural, así como la de ser un
conjunto textil guardado a través de generaciones con mimo. Se pueden ver prendas muy curiosas de ajuares del pueblo, en un amplio rango de tiempo, de finales del XIX a los años 60 y 70, lo que permite observar la evolución de los estilos y patrones, pero, sobre todo, de la calidad de los tejidos.