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Enrique Chueca (Bodegas Aragonesas): «Nuestra filosofía fundamental es que lo que hagamos mañana tiene que ser mejor que lo que hemos hecho hoy»

Enrique Chueca

Gerente de Bodegas Aragonesas

Bodegas Aragonesas es una de las principales bodegas de Aragón cuyos vinos son también muy valorados en el exterior -exportan el 50% de su producción- y que ahora comienza una etapa nueva gracias a la construcción de Terroir-Garnacha, un nuevo edificio que les permitirá ser más eficientes y sostenibles. 

En esta entrevista con Enrique Chueca nos acercamos a la filosofía y forma de trabajar de Bodegas Aragonesas, conocemos algunos de sus hitos y características y de sus vinos más especiales.

 ¿Podría hablarnos de su trayectoria profesional?

Nací en Fuendejalón, municipio donde está ubicada Bodegas Aragonesas. Estudie Empresariales en la universidad de Zaragoza, especializándome en Financiación, nada más acabar la carrera tuve que hacer la mili que ya compaginaba con un trabajo en una asesoría fiscal, en la que continúe hasta que me incorporé de director en la cooperativa de Fuendejalón con 26 años, dos años más tarde ya compagina la dirección de la cooperativa de Fuendejalón y de Bodegas Aragonesas, estuve dirigiendo las dos empresas hasta finales de los 90 y desde entonces hasta ahora sigo como director de Bodegas Aragonesas, como ves muy pocos cambios.

Preséntenos brevemente Bodegas Aragonesas para que la conozcan nuestros lectores.

Bodegas Aragonesas es una de las principales bodegas de Aragón, cuyos socios son la Cooperativa San Juan Bautista de Fuendejalón, la Cooperativa Santo Cristo de Magallón y el Instituto Aragonés de Fomento, desde su fundación ha tenido como objetivo fundamental poner en valor los vinos de nuestra zona, siendo su seña de identidad los vinos de garnacha de calidad, es muy importante destacar su esencia emprendedora, ha sido el germen de muchos de los hechos relevantes de los vinos de Aragón 

¿Qué hitos han marcado la trayectoria de la empresa?

Afortunadamente ha habido muchos, pero quizá  algunos de los que más han marcado la historia de Bodegas Aragonesas son los siguientes: el primero fue a finales de los ochenta, fecha en la que la bodega decide apostar por demostrar al mundo que la garnacha era una variedad de altísima calidad, de ahí surgieron muchos vinos de garnacha, llegando incluso a elaborar un vino de reserva 100% de garnacha, único en el  mundo.

Los vinos más conocidos en la actualidad son Coto de Hayas garnacha Centenaria y Fagus, vinos que han servido de imagen para bodegas no solo de Aragón sino de todo el mundo. 

Después, a primeros de los noventa, dirigimos un proyecto financiado por el gobierno de Aragón, que realizó PRICE Watherhouse que fue el germen para la concentración de varias bodegas de Aragón en Sociedades Anónimas de comercialización, siendo la primera Bodegas Aragonesas.

Este proyecto fue pionero en España y con posterioridad se crearon en Aragón otros grupos conocidos por todos, podría enumerar algunos más, pero entiendo que sería demasiado extenso.

¿Qué es lo que más disfruta de su trabajo al frente de Bodegas Aragonesas?

Sin dudarlo es ver el entusiasmo que todo el equipo de Bodegas Aragonesas pone cada día para mejorar en su trabajo y también muy importante para mí ver la cara de satisfacción de nuestros clientes cuando están saboreando nuestros vinos.

¿Qué caracteriza a los vinos de Bodegas Aragonesas?

Se podría resumir muy fácilmente: su altísima calidad. Por concretar algo más: las características que más nos definen son aromas muy intensos de frutas rojas, guinda, mora, etc. y su paso sedoso en boca además de su largo postgusto. 

Recuerdo en mis primeras catas cuando llegué a la bodega que los catadores cuando se cataba un buen vino decían “esto es bouquet, no tiene ninguna arista, todo está conjuntado perfectamente”, pues esto es lo que caracteriza a nuestros vinos.

¿Cómo definiría la filosofía de la empresa?

Nuestra filosofía fundamental es que lo que hagamos mañana tiene que ser mejor que lo que hemos hecho hoy, la competencia es muy activa y nosotros tenemos que seguir siendo una de las bodegas referentes en el mundo del vino.

¿Con qué extensión cuenta Bodegas Aragonesas?

Tenemos 3.200 hectáreas de las cuales, dedicamos 2.000 a la garnacha, 300 a tempranillo y alrededor de 300 también a Syrah.

¿Cuántos kilos de uva recogen cada año?

Nuestra producción anual suele estar entre los 15 y los 18 millones de kilos de uva. Producimos al año entre ocho y diez millones de botellas.

Acaban de construir un edificio denominado Terroir-Garnacha. ¿Qué superficie tiene y qué inversión ha requerido?

Bueno estamos hablando del término Terroir, porque no hay una palabra en español que defina este concepto, esta palabra aglutina tres aspectos claves: el suelo, el clima y el hombre. Nosotros llevamos muchos años trabajando nuestros vinos teniendo muy en cuenta este concepto, en este momento estamos abundando en este concepto para conseguir garnachas diferentes.

Con respecto al nuevo edificio tiene una superficie construida de 6.500 metros cuadrados que unidos a los que teníamos anteriormente se elevan a más de 13.000 metros cuadrados, y la inversión total ha sido de 7.5 millones de euros.

¿Qué usos le van a dar y cuándo se inaugurará?

Empiezo por la segunda pregunta, la inauguración la haremos cuando sea posible, de momento no podemos prever una fecha, es probable que tenga que ser en la primavera del año 2022. 

La ampliación cubre todas las fases necesarias para nosotros, hemos ampliado la zona de bodega, la zona de almacenamiento, la bodega de crianza y un edificio multiusos que albergará las oficinas, tienda y espacio para exposición y reuniones.

¿Cómo va a cambiar la forma de trabajar de Bodegas Aragonesas?

De forma muy sensible porque nos va a permitir trabajar en producción de forma más cómoda y eficaz, puesto que la instalación se había quedado pequeña para nuestra demanda, y lo más importante es que nos ha servido de acicate para abordar nuevos proyectos que si no hubiera sido imposible acometer.

¿De qué manera este nuevo edificio os ayuda a cuidar del medio ambiente?

Cuando planteamos este proyecto en ingeniería y arquitectura teníamos claro que había que ser responsables, que fuéramos a mejor. Hemos reducido el consumo y las maquinas tienen el 20% de consumo que las anteriores. Teníamos un pequeño parque eléctrico de placas solares y en el nuevo edificio toda la zona de almacenamiento está con placas solares. Nos autoabastecemos en un 30-40%.

Como hemos reducido el consumo, hemos dividido entre dos el recibo de luz de hace año y medio.

¿Cómo va a cambiar su manera de plantear la producción y el almacenaje con este nuevo edificio?

Estábamos muy escasos de espacios. El vino es muy extensivo en espacio y sobre todo en parte bodega y almacenaje estábamos escasos y nos hacía ser ineficaces. Ahora somos más ágiles y eficaces, todo está mucho más organizado. Hemos conseguido un orden que nos hacía falta.

¿Nos puede adelantar algo de los próximos proyectos que van a lanzar?

Tenemos un proyecto que verá la luz muy pronto y que creo sorprenderá bastante tanto a nuestros clientes como a la competencia, se trata de un estilo nuevo de garnacha, que nosotros definimos como más sutiles y elegantes.

¿Qué objetivos tienen para esta nueva etapa?

Incrementar todavía más nuestra imagen en el mercado posicionándonos aún más en el segmento de los vinos súper premium.

¿Cómo conjugan en Bodegas Aragonesas tradición e innovación?

Muy bien, de hecho, nosotros creemos que una sin la otra no puede existir y al revés. Nosotros nos basamos sobre todo en viñedos viejos y en la forma tradicional de cultivarlos para obtener la máxima calidad, pero tenemos que innovar mucho para conseguir que la vendimia sea en el momento justo en cada parcela y que además todo el proceso desde que la uva entra en la bodega hasta que el cliente consume el vino, sea lo más delicado posible para que el vino no pierda ninguna de las excelentes calidades de la uva.

Ustedes han sido uno de los grandes valedores de la garnacha desde hace más de 30 años.

Efectivamente, fuimos la primera bodega que aposto decididamente por esta variedad, ya en la década de los años ochenta, cuando muy poca gente creía en ella y demostramos a todo el mundo que si se le aplicaba metodología de trabajo adecuada se obtenían unos vinos de altísima calidad.

¿Por qué esa apuesta por la garnacha?

Por una sencilla razón: que éramos grandes productores de garnacha y lo que vimos enseguida era que si la elaboramos con el mismo cuidado con que se elaboraba cualquier otra variedad en esa época conseguíamos misma calidad o más. 

Poniendo el mismo esmero que con cualquier otro tipo uva salían unos vinos espléndidos. Hay una razón importante y es que los vinos de calidad de garnacha están reñidos con la cantidad. Es difícil conseguir estándares de calidad altos en vinos de garnacha con producciones alta.

El tiempo nos ha dado la razón en nuestra decidida apuesta por la garnacha. Cuando a un cliente le das producto de calidad y le gusta, le acabas convenciendo.

Si hay dos vinos que les caracterizan son Fagus y Garnacha Centenaria. ¿Cuál es la clave de su éxito?

Es muy difícil de saberlo, lo más probable es la estabilidad de su calidad, son dos vinos que desde su lanzamiento han mantenido su perfil, el consumidor tiene claro que va a tomar cuando pide cualquiera de estos dos vinos. Los dos nos han reportado infinidad de satisfacciones.

De los premios y distinciones que han recibido recientemente, ¿cuáles les han ilusionado especialmente?

Hay dos que nos ha hecho especialmente felices porque los hemos conseguido en nuestra tierra, uno es el de Aragoneses del Año y el otro es el Premio a la Innovación por parte de la Feria de Muestras de Zaragoza, en cuanto a reconocimientos de nuestros vinos sería una lista demasiado extensa.

¿Qué porcentaje de su producción exportan y a qué países?

En estos momentos exportamos a más de 50 países, aproximadamente el 50% de nuestra producción.

De esos 50 países a los que exportan, ¿cuáles son a los que más volumen de vino venden?

China, Estados Unidos, Inglaterra, Rusia y Suiza.

¿Qué valoran estos países de los caldos de Bodegas Aragonesas?

Siempre la calidad y también destacan mucho la estabilidad del producto y en muchos de los casos la atención por parte de todo nuestro equipo no solo con los clientes si no también con  los vinos.

¿Cuántos socios son? ¿Cómo es el trabajo de coordinarlos y tratar de poner en valor las ideas de todos?

Bodegas Aragonesas está constituida por tres socios: la Cooperativa San Juan Bautista de Fuendejalón, la Cooperativa Santo Cristo de Magallón y el Instituto Aragonés de Fomento, a su vez las cooperativas tienen más de 800 socios.

Como en todas las empresas hay momentos mejores y peores, pero en general los socios me han dejado trabajar y han confiado bastante en mis planes tanto estratégicos como cotidianos, hemos tenido la suerte de adoptarla mayoría de las decisiones por unanimidad de todos.

Bodegas Aragonesas también juega un papel importante en el asentamiento de población. ¿A cuántas personas emplean en la zona?

Lógicamente nuestra actividad fundamental está centrada en comercializar la producción de todos nuestros viticultores en el mundo, posibilitar la renta necesaria para que un grupo muy importante de familias puedan vivir dignamente en el entorno rural, este aspecto es muy importante y sigue sin reconocerse no solo por las administraciones públicas si no por la ciudadanía en general.

La plantilla fija directa del grupo de Bodegas Aragonesas supera las 60 personas que para la población que tenemos es como para una ciudad de 700.000 habitantes una empresa de 17.000 empleados.

Durante la pandemia crearon el Vino Solidario Resistiré. ¿Cuánto consiguieron recaudar y a qué se destinó?

Este vino lo creamos en plena pandemia y acordamos que todos los beneficios obtenidos de su comercialización se destinarían al Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón colaborador a su vez del Carlos III, para el apoyo en la investigación de la vacuna anti Covid, hasta la fecha hemos conseguido unos 10.000 euros.

¿Colaboran con otras entidades sociales?

Colaboramos también con entidades de la comarca que atienden a gente dependiente como es la fundación Santi Espíritu de Borja que gestiona una residencia de ancianos con bajos recursos, colaboramos con ellos desde hace varios años.

Hemos colaborado también con el centro ocupacional de Agón que atiende a personas con discapacidad mental, creo que dentro de nuestras posibilidades hacemos aportaciones relevantes.

¿Qué vinos recomendaría para una cena con amigos, una comida familiar o una celebración romántica?

No soy muy amigo de recomendar porque cada uno tiene sus gustos y sus posibilidades económicas pero en esta ocasión me voy a atrever. 

La recomendación más importante es que tomen vino y para contestar concretamente, como entiendo que los dos primeros casos habrá más de dos personas, nos permite tomar más de un vino, podríamos empezar con un blanco en el aperitivo que podría ser nuestro blanco Solo Tiolico o Coto de Hayas verdejo y a continuación  un tinto que podría ser el por todos conocido Coto de Hayas Garnacha Centenaria o Coto de Hayas reserva Viñas del Cierzo. Para la cena romántica sin dudarlo: Fagus, éxito total.

¿Qué recuerdos de su infancia guarda con más cariño?

La libertad que teníamos en aquella época, estábamos todo el día en la calle, la cordialidad entre la gente y sobre todo el esfuerzo de mis padres, que en aquella época yo no era consciente, para que yo tuviera todas las necesidades cubiertas.

¿Qué nos puede contar de su familia?

Soy hijo único, mis padres, Enrique y Carmen, eran lo que ahora se llamaría ahora emprendedores: de la nada, trabajando de sol a noche consiguieron una pequeña explotación de viñedo, mi padre era viticultor y mi madre se dedicaba a hacer las tareas del hogar y trabajos en casa para ingresar todo lo que pudiera. Tuvieron que sacrificarse mucho para que yo estudiara, mi madre sobre todo tenía un gran empeño en que yo estudiara, a ellos les debo todo lo que soy.

Estoy casado con una mujer fantástica, que también se llama Carmen como mi madre, sin su apoyo constante no hubiera podido realizar mi trabajo, y tengo una hija, Isabel y un hijo, Enrique, ella es geóloga y él economista. ¿Qué voy a decir de ellos? Son también extraordinarios, sería para mí un honor que ellos tuvieran la misma imagen de mí que yo tengo de mis padres.

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

Soy de los afortunados que tienen mucho trabajo y esto implica que tengo poco tiempo libre, últimamente lo que más me gusta es hacer senderismo, me ha permitido conocer sitios fantásticos que hay en nuestra zona, además lo más importante es que lo hago con mi mujer a la que también le debo mucho. Y por supuesto las cenas con amigos.

¿Con qué vino acompaña sus comidas?

Normalmente con tinto y casi siempre, de Bodegas Aragonesas, me parecen deliciosos, aunque confieso que últimamente he aumentado el consumo de vino blanco. Cualquier vino de la nuestra gama Coto de Hayas me encanta.

Redacción AEA / L L M

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