“Aquí cabemos todos, si queremos que el medio rural tenga futuro no puede ser sin personas LGTBIQ+”
Más de 1.500 personas se conectaron ayer a la jornada online ‘Las personas LGTBIQ+ en el medio rural’, organizada por la Diputación de Zaragoza para sumarse a la conmemoración del Día del Orgullo Gay
Más de 1.500 personas se conectaron ayer a la jornada online ‘Las personas LGTBIQ+ en el medio rural’, organizada por la Diputación de Zaragoza para sumarse a la conmemoración del Día del Orgullo Gay y retransmitida a través de la web de El Periódico de Aragón.
A lo largo de las ponencias, se incidió en la importancia de visibilizar que la diversidad sexual también existe fuera de las ciudades y que tiene sus propias circunstancias y peculiaridades.
La jornada estuvo protagonizada por la voz, las experiencias y las reflexiones de distintas personas que viven y conocen esta realidad en los municipios zaragozanos.
“Mediante esta jornada desde la Diputación de Zaragoza queremos unirnos a la conmemoración del Día Internacional del Orgullo Gay, que tendrá lugar el próximo 28 de junio. Y es que una de las principales banderas de la institución provincial tiene es la de la igualdad. Queremos una sociedad en la que cada persona se sienta totalmente libre para elegir a quién amar y que pueda mostrar su orientación sexual sin trabas ni prejuicios, por eso hemos organizado esta jornada online, que pretende ser un primer acercamiento a la realidad de las personas LGTBIQ+ en nuestros pueblos”, destacó durante la presentación del evento la diputada delegada de Igualdad de la Diputación de Zaragoza, Pilar Mustieles.
La jornada giró en torno a los testimonios y las reflexiones de distintos vecinos de la provincia especialmente vinculados con el movimiento LGTBIQ+ que dieron su visión sobre cuáles son los retos, las dificultades y las oportunidades a las que se enfrenta este colectivo.
Una de las ponencias corrió a cargo el activista Chuse Aliaga, que habló del proyecto de crear una red rural LGTBIQ+ que agrupe a personas y entidades de diferentes provincias.
“Existe la necesidad de colaborar entre distintas instituciones del territorio para poner en común posibles iniciativas”, explicó. Aliaga destacó a su vez la importancia de dar visibilidad lo que se conoce como ‘sexilio’, la huida de las personas LGTBIQ+ de lo rural a la ciudad.
“Te das cuenta de que mucha gente se ha ido de su lugar de nacimiento porque se ha visto empujado a ello. Curiosamente, cuando se habla de despoblación se habla de muchos colectivos pero nunca se habla del LGTBIQ+, siempre permanece oculto, a nadie se le ocurre, es invisible”, recalcó.
Aliaga incidió además en la idea de que el medio rural necesita de diversidad de personas. “Si queremos darle futuro a todo el territorio tenemos que partir de que aquí cabemos todos, el medio rural no puede ser sin LGTBIQ+”.
Posteriormente, el agricultor y hostelero Javier Mañas contó cómo fue para él volver a vivir a un pueblo, Gallocanta, siendo gay. Según relató Mañas, el vivió la adolescencia en el pueblo como un “hetero cualquiera”, en cuadrillas y descubriendo el mundo que se iba viviendo en los 80 y 90. Se fue a estudiar fuera y trabajó durante años fuera del pueblo, hasta que decidió volver.
“Ya venía dándole vueltas a lo de hacer un albergue que fuera el centro cultural y social y en el 95 abrí Allucant, un albergue donde se organizan bodas, eventos o encuentros de gay rurales para normalizar y dar visibilidad”.
Mañas insistió en la naturalidad con la que siempre ha llevado el ser gay en un pueblo. “Vivir siendo gay en el pueblo para mi es lo mismo que vivir siendo hetero, depende de cómo cada uno lo vea. Lo importante para mi fue salir del armario delante de la familia y siempre me sentí arropado, al igual que por mis vecinos, en un pueblo tan pequeño de unas 130 personas. A mi nadie me ha dicho nunca “¡maricón, quítate de ahí!” porque no dejo que me falten al respeto”.
Por su parte, la paisajista Miriam Sánchez y la ilustradora y artista Pilar Serrano, vecinas de un pequeño municipio como Velilla de Ebro, intervinieron después para relatar su experiencia como pareja LGTBIQ+, a la que definieron como “un relato en positivo”, defendiendo la diversidad en el medio rural.
“Aquí somos mucho más visibles que en la ciudad y vivimos esta realidad con total normalidad. Queremos romper con aquello de “pueblo chico infierno grande”. Eso de que la gente en el medio rural es más cerrada, te va a condicionar más, no vas a poder vivir en el anonimato… eso no es así”, aseguraron.
Sin embargo, también quisieron mostrar el lado más duro de las personas LGTBIQ+ en el medio rural, explicando que no todo es siempre en positivo. “Nunca nos hemos sentido atacadas ni discriminadas pero hemos vivido comentarios desafortunados”.
Asimismo, la pareja agradeció que, si alguna vez han vivido un ataque por parte de algún vecino, ha sido la propia gente del pueblo la que ha señalado al agresor y las ha apoyado.
“La gente nos muestra su apoyo pero ya no es ya solo que te respeten y toleren, sino que empaticen contigo, eso es algo brutal”, expresaron ilusionadas.
Finalmente la maestra y miembro de la asociación Chrysallis Elena Gutiérrez dio su visión de cómo es y qué supone ser un menor transexual en el medio rural.
En esta asociación hay actualmente 70 familias de niñes trans, 43 de ellas viven en la provincia de Zaragoza, y solo 7 en el entorno rural.
Gutiérrez centró su ponencia en expresar cómo fue su experiencia con su hijo Julio, un niño trans de 16 años, además de reivindicar la necesidad de crear nuevas políticas de visibilización y formación para jóvenes y adultos relacionadas con la diversidad sexual.
Asimismo, Gutiérrez destacó que el peor enemigo de este colectivo es su familia cuando no les aceptan, lo que les genera un “gran sufrimiento”. “Les niñes trans son mucho más visibles que la gente homosexual. Desde que tienen uso de razón se les contradice su identidad cuando ellos quieres demostrar al mundo que no les estamos dando su identidad. Por ello es que se visibilizan mucho, lo que les puede hacer sufrir más acoso aún, ya que son más blanco de la diferencia”.
Sin embargo, Gutiérrez reconoció que su hijo apenas ha tenido problemas para mostrarse tal y como él es, y que siempre ha recibido el apoyo del colegio y de sus compañeros.
“La verdad es que no tuvo muchos problemas en el colegio, su principal enemigo éramos sus padres, que no aceptábamos su identidad. A los 9 años lo comprendimos y lo apoyamos, fue a partir de ese momento cuando hablamos con todos los niñes del colegio para explicárselo. No tuvimos que dar más explicaciones, ni en el cole, ni en el pueblo. Ahora está en el instituto, donde tampoco ha tenido ningún problema”, aseguró.
El programa también incluyó una ponencia de Fernando Latorre, técnico de la Oficina de Atención a la Diversidad de la Universidad de Zaragoza, quien explicó los datos que ha puesto de manifiesto la macroencuesta realizada por esta institución para conocer las actitudes y los valores de sus estudiantes y las necesidades del colectivo LGTBIQ+.
Como resultados, esta macroencuesta ha puesto de manifiesto que las personas LGTBIQ+ se sienten más libres en la universidad que en otros ámbitos, no visibilizan su orientación sexual por no dar explicaciones, por evitar rumores y etiquetas, o por miedo al rechazo, y creen que falta sensibilización y normalización.
Asimismo, este estudio ha mostrado la necesidad de fomentar las políticas de igualdad de oportunidades, respeto a la diversidad y a la no discriminación.
También mejoras en la formación de las empleadas y los empleados de la UZ en temas LGTBIQ+, así como nuevas medidas para fomentar la inserción laboral y social de las personas trans en la universidad, entre otros.
Tras las ponencias, se abrió un turno de preguntas y los espectadores pudieron resolver dudas en torno a diversos temas relacionados con la visibilización, los diversos niveles de tolerancia que tiene la población según su edad o la necesidad de crear nuevas políticas que favorezcan al colectivo LGTBIQ+.
La jornada se retransmitió en directo pero ya puede verse al completo en en este enlace.
Fuente: DPZ