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Mayte Mazuelas (ATA): «El 70% de los autónomos aún no sabe lo que es la recuperación tras la pandemia»

Mayte Mazuelas Camacho

Presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos y Empresarios de Aragón (ATA Aragón) y Vicepresidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA)

Mayte Mazuelas es autónoma desde los 18 años y defiende que hay que luchar por ser uno mismo. Trabaja al frente de ATA para velar por los derechos de los trabajadores autónomos y, aunque asegura que se han conquistado muchos desde que nació la asociación, resalta que quedan muchos por conquistar. Una de sus principales reivindicaciones es el derecho a una segunda oportunidad.

¿Podría hablarnos de su trayectoria profesional?

Desde que tengo 18 años soy autónoma. Siempre me ha gustado ser mi propia jefa, las decisiones, buenas o malas, son mías, mis errores y mis aciertos. Quería ser independiente. Muchas veces cuento que, con mi esfuerzo, con mi dinero de mi negocio cumplí el sueño de comprarme unos Levis. 

La satisfacción de lograr mis metas fue increíble. Y cada uno tiene las suyas, con 18 años esa era la mía. Y lo hice. No hay que esperar a que te caiga del cielo un trabajo, ni a ser funcionario… hay que luchar por ser uno mismo. A mí, esa libertad me la dio el ser autónoma.

¿Cómo llega a ATA?

Empecé en Aragón implicada con los jóvenes empresarios. ATA estaba empezando a tener un nombre, a representar a autónomos que, como yo, lo teníamos tan claro. Me enamoré del proyecto, de una organización por y para la defensa de los intereses del autónomo. Yo vivía en mis carnes, en mi casa y en el banco los problemas que en el día a día viven los autónomos.

Sentí la necesidad de hacer algo de que nadie me mirara por encima del hombro y como joven, mujer y empresaria me preguntaran por mi padre o mi marido. Porque no podían entender que yo era la jefa y llevara un negocio. En ese momento todo era desinformación, o mala información que no sé qué es peor. Y ahora estoy muy orgullosa de lo que se ha logrado.

¿Cómo definiría la filosofía de ATA?

En ATA defendemos al autónomo. Llevamos muy a gala nuestra independencia. Nos sostienen nuestros socios que generosamente saben que lo que consigamos para ellos es beneficio para los demás. De derechas, de izquierdas, de ciudad, de pueblo, hombre, mujer, emprendedora o veterano… somos autónomos que trabajamos para defender a los autónomos.

¿Cuáles son sus principales objetivos?

La igualdad de derechos con los trabajadores por cuenta ajena. Somos autónomos, somos empresarios y nos jugamos nuestro patrimonio. No es justo que no tengamos acceso a los mismos derechos que el resto de los cotizantes en España.

¿Y sus principales focos de atención?

Hemos conquistado muchos derechos que no había hace 25 años cuando comenzamos, pero quedan muchos por conquistar. Un ejemplo es el derecho a una segunda oportunidad. Algo que brilla por su ausencia.

¿A cuántos trabajadores autónomos representa ATA?

El peso relativo de la organización es del 54%. Eso nos da fuerza en las negociaciones. La unión hace la fuerza.

¿Qué diferencia a ATA de otras organizaciones o asociaciones de autónomos?

ATA es ATA. No nos comparamos, no copiamos, no hacemos de menos. Somos la única organización de las mayores asociaciones de autónomos actuales que no vienen de un sindicato o una organización política. Nuestros “padres fundadores” son cinco comerciantes de Córdoba que están muy orgullosos de lo que hemos logrado con su ejemplo. 

ATA nació del colectivo, de la unión de autónomos, de la asociación de ideas en pro de una sociedad mejor, de una sociedad más igualitaria, una sociedad en la que los trabajadores tengan los mismos derechos y las mismas protecciones sin poner diferencias y hacer de un colectivo, trabajadores de segunda, como hasta la fecha se habían considerado.

Está unión que fue creciendo sin mucho esfuerzo, ya que la situación del trabajador por cuenta propia era tan indefensa, que se veían en la necesidad de hacer algo, de cambiar su situación. En poco tiempo había sedes diferentes provincias y comunidades autónomas.

¿De qué manera se aúnan en una misma asociación los intereses de autónomos de sectores diversos?

Los problemas de la gran mayoría son comunes: trabas administrativas, falta de incentivos, acceso al crédito, contratación, inseguridad jurídica, relativo acceso a la digitalización… da igual que seas taxista, que ganadero, que podólogo. Por ejemplo, derechos que ya hemos ganado son la baja temporal al cuarto día para el autónomo o la supresión del pago al Impuesto de Actividades Empresariales son comunes a todos.

Desde que preside la asociación, ¿cuáles diría que han sido las acciones más importantes que se han implantado?

Se puso en marcha la tarifa plana, accedemos a la prestación por baja por enfermedad laboral desde el primer día, se reconoce el accidente in itinere… esto metiendo en un paréntesis el último año y medio. En 2018 conseguimos que se creara el CATA, el Consejo Aragonés del Trabajo Autónomo, un hito muy buscado y que nos da voz en las instituciones.

¿Qué retos ha tenido que enfrentar ATA desde marzo de 2020?

En toda España los asesores atendieron más de 100.000 consultas los primeros meses de pandemia. La incertidumbre era el pan de cada día. Nuevas legislaciones cada 24 horas, sin dejar trabajar a los autónomos, sin poder atender sus negocios y ganarse el sustento, pero con todos los gastos. Era una situación sin precedentes. 

Pero han sido los autónomos los que ha soportado la crisis. Creo que ATA ha estado a la altura exigiendo compensaciones y prestaciones. Estamos muy orgullosos de haber logrado la prestación por cese de actividad extraordinaria y que ahora se vaya a legislar para que sea un mecanismo automático ante desgracias. Malo es que una pandemia no te deje trabajar o que un desastre natural arrase tu negocio, pero si le añades la inseguridad, el no saber, la incertidumbre, es imposible levantarse.

¿Terminaremos 2021 con mejores cifras que en 2020?

Es difícil terminar con peores cifras que en 2020. Pero los autónomos están muy al límite. Si hacemos que el viento sople a su favor salvaremos muchos negocios.

¿Cómo calificaría las medidas puestas en marcha por el Gobierno de Aragón y el de España para paliar los efectos de la crisis?

Los primeros meses se trabajó muy bien. Ceses de actividad, ERTE, exenciones de tributos municipales, ICOs… ahora no podemos decir lo mismo. Las ayudas directas no son ni ayudas a los que se han descapitalizado poniendo todo su patrimonio para pagar salarios, alquileres, impuestos… ni son directas. Y tampoco son ágiles.

¿Tienen datos del número de solicitudes que se han hecho desde Aragón?

No han llegado a 4.000 y seguimos esperando que se abra la convocatoria para nuevas solicitudes.

¿Cuántos autónomos estima que pueden acceder a esas ayudas teniendo en cuenta los requisitos solicitados?

No van a llegar al 10%. Es un desastre. Por la cerrazón del Gobierno central van a tener que devolver el dinero. Y mientras, los autónomos cerrando el negocio de su vida.

Háganos una radiografía de la situación actual: ¿cuántos autónomos hay en Aragón? ¿La cifra ha disminuido desde que comenzó la pandemia?

En Aragón hay 100.266 autónomos, 65.481 en la provincia de Zaragoza, 21.790 en la de Huesca y 12.995 en Teruel. En septiembre de 2019 había 101.558 autónomos y desde diciembre de 2018 ya habíamos perdido un 2,8% de nuestro tejido productivo. Supone en 9 meses de 2019 la horrible cifra de 2.972 autónomos menos.

Esto evidencia que en Aragón la pandemia ha sido la puntilla a un mal endémico que ya teníamos. Un dato: en dos años hay 380 autónomos menos en la agricultura, 300 menos en el transporte, o 700 menos en el comercio. Son sectores fundamentales en Aragón que estamos dejando sin apoyos.

¿Qué porcentaje del tejido empresarial aragonés está formado por pequeños autónomos?

Más del 90% del tejido productivo en Aragón son autónomos. Si dejamos de lado a los societarios, que suelen tener empleados, de los autónomos persona física, algo más de 60.000 en la región, el 80% no tiene empleados, el 66% son varones, y el 80% tiene más de 40 años. Ante ese perfil creo que debo insistir en que el ese tejido productivo el que “hace de Aragón lo que es”. Son esos pequeños comercios de toda la vida, esos profesionales que conocemos y que siempre están ahí a los que hay que proteger.

La burocracia es a lo que peor se enfrenta un autónomo

¿Cuáles son las mayores trabas con las que se encuentra un autónomo hoy en día?

Siempre digo que la burocracia es a lo que peor se enfrenta un autónomo. Tener que dedicar una hora al día a papeleos y no a sacar adelante tu negocio es una pesadilla. No parece mucho así contado, pero el autónomo está 24 horas pendiente de su negocio, él es su comercial, su experto en redes sociales, su reponedor y su personal de la limpieza. Y una hora al día son 365 horas de tu año, son 15 días seguidos, sin descanso a trabajar para las administraciones. 

Te reclaman una y otra vez documentación que ya está en su poder, y eso que las leyes nos amparan y se especifica que no sea obligatorio presentar papeles que tenga la propia administración, pero lo hacen. Y hay que sumar la complejidad del buen “Compliance”. Un pequeño autónomo no tiene grandes gabinetes jurídicos que están al tanto de las novedades legislativas locales, provinciales, regionales, nacionales y europeas… es fácil que cambie algo y el autónomo no se entere o no sepa cómo implantarlo. 

Por suerte ATA está pendiente de ellos también en esos aspectos. Le pongo sólo un ejemplo con las últimas modificaciones en el tema de protección de datos. ¿Necesario? Por supuesto. ¿Complicado para ciertos colectivos? Sí.

Una de las quejas históricas de los autónomos españoles es la cuota, obligación de pagar incluso sin tener ingresos.

El sistema en España es contributivo y solidario. Debemos hacer pedagogía en eso. Tenemos que formar a los autónomos en que la cuota es el 30,6% de la base de cotización que elijan entre una mínima y una máxima y que es a razón de esa base con la que percibirán prestaciones, algunas tan urgentes como las de enfermedad o viudedad. Y por eso desde ATA defendemos siempre que el autónomo en su libertad de elegir, que sea coherente y adecúe su cuota a sus ingresos. 

Una vez dicho esto, no dejamos de levantar la voz ante aquellos autónomos que no tienen los suficientes ingresos. Se puso una muy buena primera piedra con la tarifa plana. 

Se pagan 60 euros al mes durante un año y luego la cuota va creciendo cada semestre durante el segundo año y con ese impulso el 80% de los nuevos autónomos siguen en su actividad pasado el periodo de bonificaciones con la tarifa plana. Pues un mecanismo así hay que articular para los ya establecidos cuando no se ingresa lo suficiente. 

Pagar por trabajar lo hacen todos, otra cosa es que el asalariado no se da cuenta porque lo paga su empleador. Lo relevante es pagar lo que se debe pagar. No arruinarte por pagar antes de tener ingresos. Demencial es por ejemplo pagar impuestos por facturas y servicios no cobrados. La morosidad, eso sí que es un problema.

¿Se valora lo suficiente a los autónomos en Aragón?

Los aragoneses sí nos valoran. La sociedad aragonesa sabe que somos esenciales en su vida y lo hemos demostrado en pandemia. Lo de las Administraciones… eso da para muchas páginas.

Usted forma parte de Mujeres Influyentes de Aragón. ¿Qué objetivos tiene esta asociación?

Los objetivos de este colectivo, de mujeres de diferentes ámbitos, es ayudarnos en nuestras distintas disciplinas para crecer juntas. Hay periodistas, hay religiosas, escritoras, empresarias, grandes y pequeñas… y tenemos mucho que decir. Aportamos a la sociedad nuestra experiencia.

¿Dónde pasó su infancia?

La pasé en Aragón, rodeada de mi familia materna. Fui la primera sobrina, la primera nieta, así que imaginaos el cariño y la atención de tener a todos para mí. Es una etapa feliz, de una niña feliz, en la que se forjaron mis valores y donde me dieron las herramientas para forjar mi propio futuro.

¿Qué recuerdos guarda de su etapa de estudiante?

Nunca se deja de estudiar. La vida corre mucho y hay que llegar a todo así que creo que nunca he dejado de estudiar.

¿Qué valores le transmitió su familia?

Honradez, lealtad y bondad. Y especialmente la cultura del esfuerzo. Todo tiene su recompensa si lo trabajas y es lo que yo he intentado transmitirle también a mi hija. Para mí es mi mejor legado. Saber que es una mujer fuerte y decidida, válida por sí misma, independiente, autónoma.

¿Qué puede contarnos de su familia?

Que vengo de una familia trabajadora, humilde, y que éramos felices. Y es lo que siempre he intentado que seamos en mi casa. Mi hija y yo vamos juntas al fin del mundo.

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

Disfrutar de la vida, de la gente que me rodea. Y con eso cualquier actividad me parece bien. No es que me vaya a subir a hacer una excursión en parapente por estar bien acompañada… una tiene sus límites. Pero un paseo es una delicia si la compañía es buena, un café es un gran momento, una buena peli… o un libro y un vino y el silencio… pero seguro que lo que no dudo en hacer es el plan que mi hija o cualquier mujer decidida me proponga. Me siento fuerte con ellas cerca.

¿Hay alguna cosa que quiera añadir?

Se habla mucho de empoderamiento femenino. Yo creo que el movimiento se demuestra andando y somos nosotras como autónomas en todo el amplio aspecto de su significado las que debemos ponernos en nuestro lugar. Somos las jefas.

Redacción AEA / TEXTO LLM. FOTOS JF

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