El Presidente de Aragón adelanta el compromiso con la segunda fase del proyecto de regadíos que consolidará el liderazgo trufícola de Sarrión
Lambán confirma el cumplimiento de los plazos de obras de la primera fase, ejecutado en un 73%, que finalizarán en marzo de 2023, beneficiando a 134 regantes y más de 600 hectáreas
El Presidente de Aragón, Javier Lambán, ha mantenido una reunión con la Comunidad de Regantes de Sarrión, con quien el Gobierno de Aragón está desarrollando la primera fase del proyecto de riego de apoyo a especies trufícolas en la zona turolense de Sarrión para mejorar su rentabilidad y asegurar una producción homogénea y regular que permita consolidar el liderazgo de Sarrión y su entorno.
Tras repasar la evolución de las obras, que ya están ejecutadas en casi un 73%, ha anunciado el compromiso con la segunda fase de los regadíos, que ya ha superado la declaración de impacto ambiental del INAGA.
Posteriormente, junto con la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, se ha desplazado hasta el terreno para supervisar las obras de la balsa principal de abastecimiento y comprobar la buena marcha de los trabajos que finalizarán en marzo de 2023.
Lambán ha recordado que esta vieja demanda, que arrancó en 2008, fue declarada de interés general en mayo de 2018 y está a punto de convertirse en realidad, pues los plazos se están cumpliendo adecuadamente. Este proyecto afecta a 617 hectáreas de los municipios de Sarrión, Albentosa, Manzanera y La Puebla de Valverde.
El número de beneficiarios asciende a 134 regantes. El coste del proyecto es de 15,3 millones de euros y tiene un plazo de ejecución de 36 meses. Los trabajos comenzaron el 27 de marzo de 2020 y se están ejecutando con medios propios de la administración autonómica, en concreto, de TRAGSA. La participación máxima del Gobierno de Aragón en el proyecto es de 6,7 millones de euros y 8,6 millones de euros los aporta la Comunidad de Regantes de Sarrión, tal como se contempla en el convenio firmado el 24 de mayo de 2019.
La superficie a regar se destinará al cultivo de la trufa, la actividad agrícola actual más importante con una producción de 100 toneladas anuales y con mejores perspectivas futuras. Este sistema de regadío, que asegurará el riego a pequeños propietarios que con sus propios recursos no podrían hacerlo, es un ejemplo para otras zonas truferas.
La superficie destinada a la truficultura en la provincia de Teruel ronda las 10.000 hectáreas, con especial relevancia en la comarca de Gúdar-Javalambre, que ha supuesto un importante impulso económico y demográfico en la zona y ya se calcula un impacto directo en la creación de al menos un centenar de puestos de trabajo si continúa la siguiente fase del proyecto. Teruel, se convierte así en un nuevo referente de la agroalimentación y la economía circular.
Los regantes han mostrado su interés por continuar con la transformación en regadío de una superficie de 342 hectáreas que beneficiaría a 112 propietarios. Esta segunda fase, que supone un incremento del 54% de la superficie a irrigar, cuenta desde ayer con el visto bueno a la evaluación de impacto ambiental por parte del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga).
La ejecución de los nuevos regadíos requeriría menor coste de la infraestructura por hectárea puesto que para hacer llegar el agua a la nueva superficie se aprovecharía buena parte de las tuberías, balsas y zanjas ya realizadas para el riego que ahora se está ejecutando, de la misma forma que también supondría un abaratamiento en el coste de los gastos por hectárea en lo que se refiere al mantenimiento.
Tres pozos y dos balsas
El cultivo de la trufa tiene sus particularidades y unas necesidades hídricas anuales de 900 m3/año, con un periodo crítico de cultivo de 250 m3 y una duración de dicho periodo de 15-20 días. El riego se hará mediante micro aspersores.
El sistema que está en marcha consiste en una captación de 3 pozos, 2 de ellos situados al norte de la zona, en el paraje “Lomas de Babor, y otro en la zona sur, en el paraje “San Cristóbal”. Dada la gran diferencia de cotas entre las parcelas de riego, ha sido necesario diseñar un total de 6 sectores, de forma que se optimicen los gastos energéticos. Una de las mejoras que se ha hecho durante las obras ha sido conectar entre sí varios de los sectores para que tengan más elasticidad y versatilidad y permita continuar el riego en caso de surgir alguna avería. En la proximidad de la balsa se ubica el centro de transformación.
Tres pozos llenarán dos balsas de 72.000 metros cúbicos. De los dos primeros pozos, con un caudal de explotación de 80 y 90 l/s respectivamente, se bombea a la primera balsa, con una capacidad de 60.000 m3. De esta balsa se riegan los sectores 1, 2 y 3, con una superficie total de 407 hectáreas. El sector 1 de riego en parte por presión natural desde la balsa y los sectores 2 y 3 por bombeo directo.
Del tercer pozo, se bombea a una balsa de 10.000 m3 de capacidad situada en sus proximidades, del que se riega el sector 4 (88,89 ha) por presión natural. El sector 5 (23,92 ha) se riega por bombeo desde la balsa, mientras que el sector 6 (98,10 ha.) riega por rebombeo un ramal terminal que abastece al sector 5.
A lo largo de la obra ejecutada hasta ahora se han realizado diversas mejoras y modificaciones que han supuesto un ahorro de 200.000 euros en la inversión prevista al inicio.
Fuente: Gobierno de Aragón