María López Palacín
Presidenta de ARAME
Casi sin darnos cuenta ha pasado marzo, mes en el que hemos hablado sobre todo de mujer, de igualdad, de oportunidades, de empoderamiento, de techos de cristal o de cualquier otro material que impide la igualdad, pero también de invasión, de guerra, de derechos humanos… todo pasa a un segundo plano cuando nos enfrentamos a una situación como la actual. Y una vez más nos sorprendemos del comportamiento que están, estamos teniendo los ciudadanos de la Unión Europea. A falta de un líder claro y en una situación de cambio, la sociedad civil se ha erigido como líder, más unida que nunca con un objetivo común claro. Ojalá, ante el resto de los retos de la Unión actuásemos con esa unidad y ese liderazgo desde la sociedad civil.
Y eso nos hace volver a la mujer y el mes de marzo. Lo ideal es que llegue un momento que no haya nada que recordar, celebrar o comentar porque ya no haga falta que el 8 M se convierta en un día de homenaje a todas las pioneras, conocidas o no, que poco a poco han ido abriendo camino a las demás, pero me gustaría desde esta tribuna recordar, que no estamos solas ni luchamos solas por conseguir estos objetivos, que tiene que ser objetivos de toda la sociedad. Y es que para que una mujer por primera vez accediera a un puesto, tuvo que haber un hombre que creyera en ella y le diese la oportunidad. Así que todas juntas y con todos esos hombres que creen en nosotras tenemos que fortalecer esa sociedad civil que va a hacer posible que se cumplan los objetivos de igualdad.
El pasado 8 de marzo tuve el honor de ser la persona que representara al sector empresarial en el acto organizado por el Gobierno de Aragón, en el que además recordamos nuestro Estatuto de Autonomía, que cumple 40 años, pero no por eso está anticuado. A mí me toco recordar el artículo 99.3. Todos los lectores estarán de acuerdo conmigo en que sigue de rabiosa actualidad, incluso se adelanta a temas hoy tan de moda como los ODS.
Art 99.3: Las instituciones aragonesas velarán por el equilibrio territorial y desarrollo sostenible de Aragón y por la realización interna del principio de solidaridad, y orientarán su actuación económica a la consecución del pleno empleo y la mejora de la calidad de vida de los aragoneses.
Yo lo único que añadiría es que no solo tiene que ser una responsabilidad de las autoridades, si no que todos nos tenemos que preocupar y procurar, dentro de nuestra situación y de nuestras posibilidades de mantener principios de solidaridad, tal y como se está haciendo, así como, entre todos, buscar la mejora de la calidad de vida de todos y del medio con actuaciones que busquen ese desarrollo sostenible y la preservación del medio ambiente. Sobre todo, en una sociedad como la actual en la que tanto hablamos de economía circular, vertebración del territorio, llenar España (ya que la consideramos vaciada…), llevar los servicios, el empleo, la educación, las infraestructuras a todos los rincones de nuestra región…
Y si hablamos de solidaridad, también ver qué medidas se pueden aplicar, aunque sean temporales, con situaciones tan especiales como es la que actualmente se da con los precios de la luz y del combustible, que, lógicamente nos afecta a nivel personal, pero también laboral ya que está haciendo inasumible para muchas empresas poder seguir adelante con sus planes de producción, con el transporte de las mercancías, etc… sobre todo con la incertidumbre tan grande que hay. Tendremos que esperar a ver qué nos trae abril…