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El Frago rinde homenaje al alcalde Juan Beamonte Palacios en un acto de reparación como víctima de la guerra civil

El Presidente de Aragón reivindica la convivencia entre los españoles a partir de un conocimiento veraz de la historia

El Presidente de Aragón, Javier Lambán, ha participado este domingo en el homenaje a Juan Beamonte Palacios, el alcalde El Frago desde marzo de 1936 hasta su ejecución el 11 de septiembre de ese mismo año.

Acompañado por familiares, el alcalde de la localidad, José Ramón Reyes, y otros de la comarca de las Cinco Villas, así como el secretario general de UGT-Aragón, Daniel Alastuey y miembros del Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón, Lambán ha descubierto una placa conmemorativa en el cementerio de El Frago, con una estrofa del poema de Miguel Hernández “Sentado sobre los Muertos”, como símbolo y recuerdo de los sucesos acaecidos en el municipio en el verano de 1936, y con el objetivo de que su memoria impida que vuelvan a producirse hechos tan dramáticos.

“La memoria histórica hecha desde la política conduce a planteamientos maniqueos y sectarios que transmitidos a la ciudanía generan conflictos, enfrentamientos y desajustes innecesarios. La historia bien hecha, la que hacen los historiadores, no es maniquea, no es de buenos y malos, simplemente cuenta la verdad y conocerla así da lugar a hombres y mujeres libres, con capacidad crítica y demócratas”, ha sostenido Lambán. 

Pero lo que a su juicio sí deben hacer los poderes públicos es promover la justica y la reparación como un compromiso ético “ineludible”, pero hecho sobre la verdad histórica. El presidente aragonés ha asegurado que “lo que hemos venido a hacer hoy es rendir homenaje a un alcalde que procuró la justicia social, facilitando medios de subsistencia a los más pobres y ayudando al maestro del pueblo a difundir la educación porque aquellos hombres creían en ella profundamente como medio para la redención social”.

Lambán se ha reafirmado en la necesidad de cerrar heridas definitivamente en un país que no puede mantener actualmente esta confrontación entre las dos Españas, incluso polarizando posiciones casi cien años después de la contienda y la posterior dictadura de Franco. 

Para ello, sostiene que deben realizarse todos los actos de recuerdo y reconocimiento a todos aquellos que después de su asesinato han sido desterrados al olvido y ha vuelto a reivindicar los principios de verdad, justicia y reparación consagrados por organismos internacionales sin pretender reabrir heridas ni recuperar conflictos, sino superar los errores del pasado. En este sentido, ha abogado por asegurar la convivencia de los españoles en paz y armonía, pero a partir de un conocimiento «veraz» de la historia.

Igualmente, el actual alcalde de El Frago y dos nietos de Juan Beamonte, que han tomado la palabra en el acto, han insistido en que no había rencor sino necesidad de reparación y han asegurado que incluso su abuela, la viuda, pese a ser despojada de todo y tener hacerse cargo de sus seis hijos pequeños, nunca transmitió a los suyos ningún sentimiento de odio, por lo que están convencidos de que hoy estaría muy orgullosa del acto celebrado.

A petición de Teófilo Beamonte Berges, hijo del alcalde ejecutado, que hoy ha estado presente, el Gobierno de España ha expedido una Declaración de Reparación y reconocimiento personal, en razón de haber sufrido persecución y violencia durante la Guerra Civil por razones políticas.

Juan Beamonte Palacios

Bracero de profesión, Juan Beamonte era socialista, fundador de la Unión General de Trabajadores de El Frago y presidente de la misma. Alcalde del Frente Popular, fue detenido en El Frago y tras pasar dos días en la cárcel de esta localidad fue llevado, andando, junto con los vecinos Andrés Tolosana Mallada, Benjamín Tolosana Mallada y Hermenegildo Bardallur Gracia hasta Luna y de allí en un camión hasta Sierra de Luna, donde todos ellos fueron ejecutados el 11 de septiembre de 1936 y enterrados en una fosa común donde en la actualidad descansan al lado de una placa colocada por los familiares, una vez alcanzada la democracia.

El hecho más significativo de su corto mandato fue el arriendo de los terrenos de la Iglesia de El Frago, de los que hasta esa fecha se beneficiaban los caciques, y su reparto en huertos para el aprovechamiento de los menos pudientes de la localidad.

Meses antes, por orden gubernativa se procedió a la destitución del Ayuntamiento El Frago y se nombró una comisión presidida por Juan Beamonte, que tomó posesión de la Alcaldía el 21 de marzo de 1936. El 12 de abril de 1936 se celebraron elecciones locales, de las cuales salió elegido Juan Beamonte como alcalde de El Frago.

El Gobierno de Aragón mantiene un compromiso ineludible con la Memoria Democrática, materia en la que se trabaja estrechamente con las asociaciones memorialistas. En este sentido, y tras negociar con dichas entidades, la Dirección General de Patrimonio Cultural ha decidido modificar el sistema de ayudas para iniciativas relacionadas con la Memoria Democrática, de manera que las ayudas para exhumaciones y actividades divulgativas se otorgarán directamente.

De esta manera será el propio Gobierno de Aragón –con el apoyo de las asociaciones– el que gestione las exhumaciones, eximiendo a las entidades memorialistas del esfuerzo de tener que asumir por adelantado el coste de las mismas.

Además, la Comunidad Autónoma cuenta con alrededor de 115.000 euros para actuaciones de Memoria Democrática procedentes de la II Conferencia Sectorial del ramo. Este montante irá a parar a 17 proyectos de Memoria Democrática en el territorio aragonés entre los que se incluyen exhumaciones de fosas, estudios antropológicos, identificaciones genéticas, homenajes a víctimas de la Guerra Civil y el franquismo y reinhumaciones.

Lugar de Memoria Democrática

El Gobierno de Aragón aprobó en 2018 la Ley de Memoria Democrática. Entre otras cuestiones, la norma contemplaba la declaración de lugares de memoria para impulsar su conocimiento. La legislación aragonesa define el Lugar de Memoria Democrática como “aquel espacio, construcción o elemento inmueble cuyo significado histórico sea relevante para la explicación del pasado de Aragón en términos de participación, defensa y lucha a favor de la democracia frente a la intolerancia y la dictadura en el marco histórico de la Segunda República española, la Guerra Civil y la dictadura franquista”.

El cementerio de Ejea de los Caballeros es el último enclave que se suma a la lista de sitios que el Gobierno de Aragón ya ha declarado como Lugar de Memoria Democrática, de acuerdo a la Ley autonómica de Memoria Democrática: el Barranco de la Bartolina, en Calatayud; la cárcel de Benabarre; la Cueva del Polvorín en Farlete, Refugio antiaéreo de Robres y Cueva del Castillo en Monegrillo (Ruta de Memoria); la Tapia del cementerio de Torrero de Zaragoza, y la tumba de María Domínguez, en Fuendejalón.

El Gobierno de Aragón está trabajando también en declarar Lugar de Memoria otros los pozos de Caudé, las rutas de Torrero, la Línea del Cinca y el frente del Ebro en la zona de Fuentes de Ebro y Belchite. En este último, se trabaja de manera conjunta con el Gobierno de España en un proceso participativo para su resignificación.

Fuente: Gobierno de Aragón

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