Aragonanda Opinión

La Modorra (1481 m). En el alto de la Sierra de Cucalón

Chema Tapia

Montañero y divulgador
chematapia.blogspot.com

En la turolense comarca del Jiloca, está la localidad de Cucalón, que da nombre a una sierra en la que destaca su máxima altura, la Modorra, elevada sobre una gran loma, agreste por el norte, y suave por el sur. Llegados al pueblo, lo cruzamos para llegarnos hasta la balsa, justo en el arranque de la carretera TE-V-1521 a Bádenas.

Al poco de tomarla, la dejamos, para meternos por una pista a mano derecha, y a unos 4,5 km alcanzamos la pequeña ermita de San Lorenzo, que es lo que se conserva de otra de mayor tamaño, ubicada en un antiguo poblado medieval.

Dejamos el vehículo junto a la ermita, y nos echamos a andar continuando por la pista como unos 350 metros, donde se nos abre otra a la izquierda. Seguimos por ella, y tras dejar a mano izquierda un abrevadero, la abandonamos, metiéndonos a mano derecha por un camino mucho menos definido. Un comienzo que coincide con la entrada en el bosque. Quejigos, marojos, enebros… nos acompañan, teniendo que ir buscando los mejores pasos para ir dirigiéndonos hacia los roquedos cimeros.

Una vez llegados arriba, nos acercamos hasta su proa norte. Las vistas desde aquí son auténticamente espectaculares sobre unas extensas tierras en las que se alternan las sierras y las depresiones, donde se van intercalando terrenos cultivados con otros que no lo son. 

Nos acercamos al vértice geodésico. Nos llama la atención el precioso valle del Colladico, al abrigo de la sierra de Oriche, que se cierne sobre esta población y la de Piedrahita, por donde discurre el río Nogueta. Llegamos a lo más alto de esta sierra, la de Cucalón, con su sorprendente buzón de cima.

Para descender de esta gran loma, con orientación N-S, lo hacemos por la Plana, y al poco de comenzarlo nos incorporamos a unas roderas de vehículo, que nos llevan hasta los restos de una caseta. Unas decenas de metros más adelante, abandonamos la dirección sur para seguir por la loma, que dibuja un amplio semicírculo coqueteando con el límite del término de Bea, a nuestra izquierda. El camino nos va bajando, metiéndonos de lleno en el barranco de la Cañada, otra depresión en la que los lugareños han arrancado terrenos para el cultivo, en el que se afanan en sacar su provecho.

A través de varias revueltas, el camino va buscando ese fondo del valle para ir discurriendo por él, dejando atrás algún corral en ruinas, como el de la Rinconada. En poco ya llegamos al cruce donde hemos comenzado el ascenso, y a la ermita de San Lorenzo, inicio de nuestra ruta.

Más información:  https://chematapia.blogspot.com/2017/05/modorra-en-lo-alto-de-la-sierra-de.html  

Artículo incluido en la edición en papel de la revista Actualidad de las Empresas Aragonesas de octubre de 2022

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