Roberto Pazo: “El cáncer de páncreas es una enfermedad silenciosa y hay que tener la alarma puesta ante los síntomas”
Equipo de consulta oncológica de cáncer de páncreas del Hospital Universitario Miguel Servet: Dra Paula Gomila, Auxiliar Mayte Álvarez y Dr Roberto Pazo.
Roberto Pazo
Oncólogo clínico del Hospital Miguel Servet e investigador clínico del IIS Aragón
Entrevistamos a Roberto Pazo con motivo del Día Mundial del Cáncer de Páncreas para conocer más sobre esta enfermedad de difícil diagnóstico.
¿Qué es el cáncer de páncreas?
Es una enfermedad tumoral que aparece normalmente con la edad, normalmente en gente alrededor de 65 o 70 años, aunque también puede verse en gente más joven de unos 50. Tenemos muchos pacientes de 45 o 50 años.
Es un tumor maligno que nace en el páncreas, que es una glándula que está en la parte más posterior del abdomen, está escondido detrás de otras vísceras. Esto provoca que a veces cuando da síntomas ya es muy tarde y está avanzada la enfermedad porque está en una zona que no provoca muchas molestias.
A veces la primera molestia que produce es un dolor lumbar, un dolor como de cinturón hacia el abdomen. Otras veces aparece una diabetes porque el tumor estropea la función normal del páncreas que produce la insulina, que es necesaria para controlar el azúcar.
Entonces, a veces el tumor obstruye una parte importante del páncreas pues el síntoma que tiene el paciente es la aparición de una diabetes. Por ejemplo, si a un paciente joven le aparece diabetes se puede sospechar un cáncer.
Otras veces los síntomas que aparecen son la pérdida de apetito o de peso o a veces incluso cambios en las deposiciones. El páncreas ayuda a digerir la grasa del cuerpo y a veces si no funciona bien el páncreas no se digiere bien la grasa y eso da lugar a unas deposiciones más grasas, diarreas incluso.
Se dice de él que es un cáncer silencioso porque resulta difícil de diagnosticar.
Efectivamente. Es un tumor que está escondido durante mucho tiempo, tarda tiempo en desarrollarse pero cuando da síntomas en la mayoría de los pacientes nos encontramos que tiene una enfermedad avanzada que, o bien ha crecido mucho en la zona del páncreas tanto que no se puede hacer una cirugía o bien porque el tumor se ha escapado del páncreas y ha viajado a otros sitios y hay metástasis en otras zonas. Esto es lo más habitual.
Cada año se diagnostican entre 160 y 200 casos nuevos de cánceres de páncreas. Probablemente, que puedan ser susceptibles de cirugía de inicio pueden ser un 10%, unos 20 pacientes. Otros tumores que no está claro que puedan ser resecables, otros 30 pacientes. Hay tumores que son claramente irresecables que pueden ser unos 50 y luego tienes 100 de 200 que ya son tumores con metástasis que no vas a poder plantearte una cirugía nunca y que son pacientes para tratamiento paliativo con quimioterapia o sin ella.
Por lo tanto, un diagnóstico temprano supone mucha diferencia en esta enfermedad.
Puede suponer bastante diferencia. Hay que tener, tanto la población general como los médicos de familia como los médicos en general, puesta siempre la alarma en una persona que debuta en una diabetes, sobre todo si es joven; si tiene dolor abdominal en cinturón; que empieza a perder peso. Hay que poner la alarma porque esta persona puede tener un problema en páncreas que puede ser benigno, como procesos inflamatorios, pancreatitis.
Lo que hay que tener siempre en cuenta es que puede aparecer este tumor y diagnosticarlo precozmente y poner siempre en marcha el proceso de diagnóstico, hacer un escáner, ecografía, análisis. Puede ser muy importante para no retrasar el diagnóstico y tener posibilidad de llegar a curar a algunos pacientes.
Pero incluso los pacientes que tienen la enfermedad ya avanzada también es importante diagnosticárselo pronto porque a veces estos pacientes con el tiempo se deterioran (deterioro nutricional o del estado físico por culpa, por ejemplo, de un dolor mal controlado durante mucho tiempo) tanto que llega a dificultar el plantear el inicio de un tratamiento y una quimioterapia porque primero tienes que intentar rehabilitarlos un poco quitando el dolor, nutriéndolos.
Es una carrera contrarreloj lo que se establece entre las posibilidades de recuperar al paciente para que recupere su estado general y la posibilidad de empezar un tratamiento con quimioterapia pronto. Por eso es tan importante un diagnóstico precoz, ya sea de la enfermedad que puedes llegar a curar con cirugía o incluso de la enfermedad que no es curable, que es metastásica, pero en la que también es importante el diagnóstico precoz.
Cuando hay una sospecha de diagnóstico de cáncer de páncreas desde el diagnóstico hasta el inicio de tratamiento no deberían pasar más de cuatro semanas
Cuando hay una sospecha de diagnóstico de cáncer de páncreas desde el diagnóstico hasta el inicio de tratamiento no deberían pasar más de cuatro semanas. Este sería el plazo óptimo para esta enfermedad.
El problema que tenemos con cáncer de páncreas es que no hay pruebas de screening para la población general como hay con cáncer de mama con las mamografías o el cáncer de colon con las colonoscopias. No se ha demostrado que ninguna prueba, análisis o escáner sean eficaces para detectar precozmente este enfermedad. Esto es un problema, por eso lo importante es que cuando aparecen síntomas se consulte y que tengamos siempre en la cabeza esta posibilidad.
¿Ha aumentado la incidencia de este cáncer en los últimos años?
A nivel mundial sí está aumentando y en la sociedad occidental en general sí está aumentando. De hecho, se prevé que para 2030 más o menos, en países occidentales el cáncer de páncreas puede llegar a ser el tercer tipo de cáncer más frecuente en la población. Por muchas causas, una de ellas el envejecimiento de la población, es una enfermedad que aparece con la edad. Hay otros factores que no conocemos y que también pueden incidir.
¿Qué podemos hacer para evitar este tipo de cáncer?
Así como otros cánceres tienen una relación clara causa-efecto (como el tabaco con cánceres de pulmón o vejiga urinaria o faringe) aquí no hay unos factores de riesgo que tengan una correlación tan intensa. El tabaco sí se asocia a un aumento del riesgo de cáncer de páncreas pero no tiene una correlación tan estrecha como en otros tumores.
No hay unas cosas concretas que podamos evitar para prevenirlo. Hay recomendaciones generales que sirven para este cáncer y para otros: evitar la obesidad como factor de riesgo, la inactividad, la vida sedentaria, esto es común como medio de prevención tanto para cánceres como para enfermedades cardiovasculares y de otro tipo.
El deporte, la dieta no rica en grasas, el prevenir y corregir la obesidad, todo esto son factores que pueden reducir ese riesgo.
Hay un subgrupo de pacientes que tienen una asociación familiar, es decir, que tienen síndromes hereditarios. Son muy poquitos, menos de un 5% en los que hay una herencia familiar de este tipo de tumor. Normalmente esos pacientes se estudian y se siguen particularmente.
En los últimos años hemos visto avances en el campo de la Inmunoterapia, ¿funciona también con el de páncreas?
Este es un gran problema en cáncer de páncreas. La inmunoterapia en los últimos años ha cambiado la perspectiva de los tratamientos y el pronóstico de muchísimos pacientes oncológicos. Tumores que antes eran poco tratables o intratables o con pocas perspectivas de tratamiento, como un melanoma maligno o ciertos cánceres de pulmón, desde hace unos años con la llegada de la inmunoterapia, el pronóstico de un subgrupo de estos pacientes ha mejorado muchísimo.
El tiempo de vida de estos pacientes ha mejorado muchísimo las posibilidades de curación incluso. Sin embargo, en cáncer de páncreas te diría que es prácticamente el único tumor donde la inmunoterapia no ha conseguido todavía demostrar eficacia. Hoy en día tenemos abiertos ensayos clínicos que trabajan en ese sentido para intentar convertir este tumor en un tumor sensible a la inmunoterapia.
Háblenos de esos proyectos en los que trabaja.
En cáncer de páncreas concretamente tenemos abiertos varios ensayos clínicos fase 1 que testan diversos tipos de combinaciones de inmunoterapia con quimioterapia en pacientes con diagnostico reciente de cáncer de páncreas y que tienen la enfermedad avanzada y estamos investigando esas combinaciones de fármacos inmunoterápicos con quimioterapia a ver si conseguimos una combinación que resulte prometedora para desarrollar luego en una serie de pacientes más grandes en ensayos fase 2 y fase 3.
También estamos ensayando terapias con anticuerpos, con moléculas orales que intentan, combinados con quimioterapia, bloquear otras vías que utiliza el cáncer de páncreas para crecer y metastatizar. Tenemos pendiente iniciar un ensayo muy interesante con un virus que se administra por vía intravenosa con la intención de inducir una respuesta inmunitaria que colabore en el tratamiento de quimioterapia de los pacientes con cáncer de páncreas.
¿En qué grupos trabaja?
Tenemos un grupo de investigación, Miguel Servet, que trabajamos con cáncer y también formamos parte de grupos de investigación nacionales, grupo de trabajo en cáncer de páncreas del grupo español de tumores digestivos que es el grupo TTD.
El 17 de noviembre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Páncreas. ¿Qué mensaje querría lanzar?
Lo primero, que se tenga en cuenta que es una enfermedad silenciosa y que hay que tener la alarma puesta ante los síntomas. Lo segundo, la urgencia cuando hay síntomas de acelerar todo el proceso de diagnóstico.
Lo tercero, la investigación. Los avances que se han producido en cáncer de páncreas en los últimos años se han basado todos en investigación. Que la gente sepa, cuando le diagnostican, que puede preguntar por la posibilidad de participar en estos ensayos clínicos.
Lo cuarto, para la gente que se encarga de gestionar la salud, que tengan en cuenta esa incidencia creciente del cáncer de páncreas que de aquí a diez años va a ser una patología mucho más frecuente de lo que es ahora y por tanto va a suponer un reto de diagnóstico y tratamiento para la sociedad.
Redacción AEA: L L M