Destilerías San Valero, un ejemplo único de economía circular en Aragón, invertirá más de 4,5 millones de euros en sus instalaciones
Marta Gastón y Joaquín Olona han visitado las instalaciones de la alcoholera vinícola de Cariñena, que se dedica a transformar y revalorizar los subproductos de vinificación de casi todo el tejido productivo de vino aragonés
Economía publicará próximamente una nueva convocatoria de ayudas a la I+D empresarial en economía circular, en la que han invitado a participar a Destilerías San Valero
Destilerías San Valero S.Coop da servicio a la práctica totalidad de las bodegas cooperativas aragonesas desde Cariñena (Zaragoza), transformando y revalorizando los subproductos de vinificación. Un ejemplo pionero y único de economía circular en Aragón desde hace décadas, que comparte objetivo con la estrategia Aragón Circular: lograr un modelo económico más sostenible y eficiente en el uso de los recursos, tal y como ha quedado patente durante la visita que la consejera de Economía, Marta Gastón, y el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, han hecho este martes a la planta.
A lo largo de su historia, Destilerías San Valero ha realizado una función legal y medioambiental en la gestión de los subproductos, consiguiendo ir mejorando año a año en la valorización de los mismos a través de la innovación, la eficiencia y las políticas de calidad de la empresa. Para seguir creciendo en esta línea, durante los próximos tres años, la alcoholera vinícola invertirá más de 4,5 millones en sus instalaciones.
Durante los últimos años no solo ha modernizado sus instalaciones, también ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y estándares, comercializando sus productos en toda Europa. Tanto es así que, durante los meses más duros de la pandemia cambiaron su línea de producción habitual para dedicarse al 100% al abastecimiento de geles hidroalcohólicos, tal y como ha recordado la consejera Gastón, que ha puesto en valor la apuesta de esta entidad por la diversificación y la internacionalización.
Por su parte, Olona ha querido desmitificar la idea generalizada de que en este tipo de plantas solo se produce alcohol cuando, según ha apuntado, este es solo uno de sus múltiples cometidos. “Del subproducto generado después de la fabricación del vino en las bodegas se obtienen otros de gran riqueza que permiten la fabricación de alcohol bruto para bioetanol; el tartrato cálcico se aprovecha en la industria farmacéutica, alimenticia o textil; la pepita de uva se usa para fabricar aceites saludables y cosméticos o la elaboración de abonos orgánicos naturales de sus propios residuos. Y, en el caso de esta alcoholera vinícola, todo esto se produce empleando la propia energía del mismo subproducto en su caldera de biomasa”, ha explicado Olona. “En definitiva, consiguen dotar a sus socios de una solución de valor añadido para sus subproductos, basada en el cumplimiento normativo, el respeto al medio ambiente, la innovación y la calidad en el servicio”, ha añadido.
En Destilerías San Valero se dedican, principalmente, a la transformación de orujos, lías y vinos de 45 bodegas socias. Con estas materias primas obtienen alcoholes, tartratos, pepitas de uva, así como otros subproductos válidos para su uso como fertilizantes orgánicos naturales. Su mercado es internacional y se dirigen principalmente al sector de la industria alimentaria y biocombustible, donde trabajan con empresas de referencia a nivel nacional e internacional.
En los últimos años han participado en proyectos de innovación europeos como el Programa LIFE, donde fueron pioneros a nivel mundial en la producción de energía a partir de hidrógeno proveniente de alcoholes residuales. Asimismo, han mejorado la eficiencia energética de la planta mejorando procesos, invirtiendo en energías renovables con la instalación de placas solares. Siempre, sin descuidar el compromiso medioambiental, dotando de una depuradora a la destilería para procesar sus aguas residuales.
Aragón Circular
El Gobierno autonómico puso en marcha la estrategia Aragón Circular en enero de 2020. Desde entonces, a pesar de la pandemia, ha permitido impulsar la economía circular en el territorio aragonés a través de diversas medias y acciones de difusión para promover nuevas iniciativas sostenibles, especialmente entre las empresas. Entre esas medidas, destacan las ayudas a la I+D empresarial que, en sus dos primeras convocatorias –publicadas en 2021 y 2022-, han permitido subvencionar 52 proyectos empresariales con 95 entidades implicadas que han supuesto una inversión total de más de 46 millones de euros y la creación de, al menos, 74 empleos directos.
Actualmente se trabaja ya en la publicación de la convocatoria de estas ayudas para este año, que estará dotada con ocho millones de euros.
Por otra parte, se ha habilitado una línea de financiación específica a través de SODIAR y se ha convocado el Sello Aragón Circular que, en su primera edición, ha sido concedido a 72 empresas y entidades locales. Además, ya son más de 140 las adhesiones firmadas a la declaración Aragón Circular y se está trabajando en proyectos a nivel europeo. Entre estos últimos destaca Resource, una iniciativa liderada por el departamento de Economía del Gobierno de Aragón que tiene como objetivo obtener alrededor de 20 millones de inversión privada para financiar proyectos empresariales de economía circular, utilizando esta Comunidad Autónoma como banco de pruebas.
Dentro de la estrategia Aragón Circular también se ha apostado por la formación especializada, tanto a través del Instituto Aragonés de Empleo (INAEM), como del Curso de Experto en Economía Circular que el departamento de Economía ofrece, junto a la Escuela de Organización Industrial (EOI), en formato semipresencial desde Teruel y bonificando su coste al 80%. En febrero comenzará ya su tercera edición.
Destilerías San Valero, asentada en Cariñena desde 1957
Destilerías San Valero, S. Coop. fue fundada en Cariñena en 1957, por las Bodegas Cooperativas de la zona y localidades próximas. Las primeras instalaciones cubrían las necesidades más elementales de las bodegas asociadas, pero poco a poco se fueron añadiendo nuevas obras para conseguir mayores rendimientos de la materia prima que recibía. El aumento del número de asociados y, por tanto, del volumen de materia prima, hizo necesario ampliar y modernizar sus instalaciones que gracias al esfuerzo e inversiones de los cooperativistas se materializó en las actuales instalaciones que datan de 1978.
Dicha ampliación cumplía, además de su aspecto rentable, el aspecto social de creación de nuevos puestos de trabajo que, indudablemente, han repercutido favorablemente en la zona.
En la actualidad cuenta con más de 40 bodegas socias, así como un gran número de bodegas privadas que también aportan sus subproductos abarcando prácticamente el tejido productivo de vino de la región.
Fuente: Gobierno de Aragón