Año nuevo, propósito nuevo

Empezamos 2023 y, como cada mes de enero, toca hacer la lista de propósitos para el año nuevo. Año nuevo, vida nueva. Aunque se trata de un refrán, es cierto que este periodo invita a reflexionar tanto a nivel personal como profesional. 

Es el momento en el que todo el mundo se apunta al gimnasio, deja de fumar, se pone a dieta o se apunta a la academia de inglés. Y el personal directivo, como líderes y parte del equipo que formamos, también debemos hacer nuestra lista de buenos propósitos para nuestras empresas y debemos hacerlo porque, sin duda, es una grandísima oportunidad para el autoanálisis.

No haber cumplido los propósitos del año pasado no debe suponer ningún problema para marcarse nuevos objetivos y retos que alcanzar porque ¿cuántas veces nos hemos tropezado y no hemos desistido en seguir intentándolo? Empezar un año nuevo es una ocasión perfecta para establecer un nuevo inicio, evaluando los fallos del año que dejamos atrás, haciendo autocrítica, y analizando posibles mejoras para alcanzar las nuevas metas planteadas.

Por supuesto que el 1 de enero no desaparecen todos los problemas que el tejido empresarial estamos soportando y que desde CEPYME Aragón hemos denunciado (inflación desorbitada, precios de la energía al alza, falta de materias primas…) pero los pequeños empresarios somos guerreros, somos supervivientes, tal vez kamikazes, pero tenemos una capacidad de resiliencia increíble y debemos ver el vaso medio lleno y ser optimistas. Con todo lo que hemos pasado, tenemos que quedarnos con las lecciones aprendidas y ser capaces de salir reforzados.

Y todo ello lo conseguiremos gracias a las personas, esas personas que están en nuestro equipo y que han luchado con nosotros para seguir adelante. Indudablemente que el objetivo primordial de cualquier empresa es lograr su crecimiento en ventas y rentabilidad, pero la supervivencia de nuestros negocios depende, en gran medida, de nuestra gente.

Los resultados vienen marcados por el buen trabajo de las personas que conforman nuestros equipos y por eso es importante ponerlas en el centro. Debemos gestionar nuestro capital humano con carácter estratégico porque eso es lo que aporta ventajas competitivas a nuestras empresas y lo que nos permite diferenciarnos de la competencia.

La ecuación es sencilla: una buena gestión de la plantilla está directamente relacionada con una mayor satisfacción de los empleados y, en consecuencia, con una mayor productividad de estos. Y no, no es algo exclusivo de las grandes empresas, las pequeñas también debemos hacerlo.

Es cierto que vivimos un momento de incertidumbre económica y que algunos negocios, especialmente las pymes y micropymes, van a tener dificultades para mantener el empleo durante 2023, pero las empresas pueden y deben invertir en sus plantillas, obteniendo a cambio más oportunidades de salir fortalecidos de esta situación. ¿Acaso no lo hicimos ya durante dos años de pandemia y uno de recuperación?

Llegados a este punto, es la hora de sentarnos en nuestro despacho, sacar la libreta, reflexionar y poner sobre el papel lo que queremos para este nuevo año.

Yo dejo aquí mi propósito, fácil de decir, pero no tanto de implementar pues conlleva mucho trabajo detrás: ser capaces de atraer y retener el talento que tenemos porque ese talento es nuestro activo más valioso. ¿Estamos preparados para afrontar el nuevo año?