Opinión RSC

Economía Circular … y Humana

Responsabilidad Social Corporativa

Juan José Cubero Marín

Exprofesor titular de la Universidad de Zaragoza

jjcooperm@hotmail.com

En esta sección aparece por cuarta vez un artículo sobre la Economía Circular, EC, y es que este modelo cada vez tiene una mayor repercusión y utilización, pensando en la transcendencia en los ámbitos sociales, económicos y ambientales. Nadie puede negar la importancia de reciclar, reutilizar y minimizar los residuos, con lo se pretende desarrollar un modelo más regenerativo, no lineal, eficiente y que favorezca a lo que llamamos sostenibilidad.

En junio de 2.020 se publicó la ‘Estrategia española de la Economía Circular’, donde se decía que era necesario establecer cinco ejes de actuación en los siguientes ámbitos: Producción, consumo, gestión de residuos, materias primas secundarias, reutilización y depuración del agua.

Sin profundizar mucho, se ve que todo esto se refiere a materiales y bienes materiales, pero falta lo que figura en el título de este artículo, ‘Economía Circular Humana’ y es que hay que incorporar a las personas, para que la EC sea una solución amplia a los problemas que nos acompañan, proporcionando beneficios claros a las empresas, a la sociedad y a nuestro planeta.

Con ello quiero significar que las personas también se tienen que reciclar de una manera continua, para que, de esta manera, los profesionales estén al día en cuanto a todos los cambios y regulaciones que aparecen sin parar, por cierto, cada vez más difícil; y si no ahí están la Buena Gobernanza, el Compliance, la Diligencia Debida, incluso la incipiente Gobernanza del Bien Común, todas ellas en materia de gestión. En el caso del Compliance, el Cumplimiento, que trata de asuntos relacionados con aspectos penales, como la corrupción, el soborno, junto con otros incumplimientos. Un ejemplo lo tenemos con una nueva regulación muy reciente, como es la ley 2/2.023 de 20 de febrero, (ver artículo del pasado mes de mayo en la web de Actualidad: aea.plus), sobre Protección de los Informantes, es decir, denunciantes, que tendrán que aplicar las empresas a partir de 50 trabajadores.

Por supuesto y en base a los avances tecnológicos y científicos, a ese reciclaje en materia de gestión hay que hay que incorporar la digitalización, industria 5.0, energía, transporte autónomo, impresión en 3D, la inteligencia artificial y muchos otros. Para no quedarse atrás, hay que estar muy bien informado, y discernir qué es lo que más interesa a mi empresa, preparando a los profesionales para asumir esos nuevos modelos de gestión y eso nuevos avances tecnológicos. Lo que hemos aprendido y aplicado hace unos pocos años ahora ha quedado obsoleto para asegurar la competitividad de la empresa y su continuidad.

Todo esto no es nuevo, ya lo decían en la zarzuela ‘La Verbena de la Paloma’, “Las ciencias adelantan que es una barbaridad”, y tampoco es nuevo, que la formación y la actualización de conocimientos son fundamentales para los resultados del negocio, para el mantenimiento del empleo, para la sociedad y el “Cuidado de la Casa Común”.

Las universidades y el sistema educativo en general, también deben reciclarse, más pronto que tarde, y de esta manera abordar todas estas iniciativas y avances, para que los nuevos graduados accedan al mundo laboral con estos nuevos conocimientos y competencias que les permitan encontrar empleos decentes y bien retribuidos. Así iremos mejor.

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