El rincón del asesor
Pilar Barcelona, delegada Territorial del Comité de Servicios a Asociados de EFPA España en Aragón.
En los últimos años se han producido avances significativos en la promoción de la educación financiera en España, reconociendo su importancia e implicación a todos los niveles. Se han implementado programas educativos y se ha promovido la concienciación sobre la gestión financiera responsable, tanto desde el ámbito público como privado. Sin embargo, aún existen desafíos considerables por superar. La práctica totalidad de la población enfrenta dificultades, en algún momento de su vida, relacionadas la gestión o la toma de decisiones financieras. Si estas decisiones no se toman con criterio y no se cuenta con una base de capacitación, pueden conducir a problemas económicos y estrés financiero a nivel personal y profesional.
En este sentido, y dados los retos presentes y futuros a los que nos enfrentamos, resulta necesario resaltar que este tipo de capacitación no es exclusiva de los profesionales del sector financiero o de los altos mandos ejecutivos. Todo lo contrario, cualquier trabajador de cualquier sector debería contar con una formación mínima en el ámbito financiero. Comprender los principales conceptos económicos permitirá a los profesionales, en primer lugar, entender el funcionamiento de los diferentes mercados, del dinero, de la inversión, etc.; en segundo lugar, ayudarles a gestionar su dinero, tomando decisiones de manera informada y comprendiendo las consecuencias de sus actos y, en tercer lugar, proporcionarles una base para la construcción de un futuro financiero sólido, que a su vez aumente su estabilidad y la confianza en sí mismos.
Un ejemplo claro de por qué cualquier profesional debe contar con una formación mínima en el ámbito financiero es el de los deportistas. A priori, puede entenderse que su disciplina no tiene nada que ver con cualquier aspecto financiero, pero nada más lejos de la realidad. A lo largo de sus vidas, los deportistas, como cualquier otro profesional, deben tomar numerosas decisiones económicas. En ocasiones, la carrera de estos profesionales se inicia temprano y finaliza cuando aún son muy jóvenes. En estas etapas, si no se cuenta con una formación financiera básica, puede ser complicado tomar según qué decisiones económicas, sobre todo si son decisiones importantes como la gestión de los gastos e ingresos o la compra de una vivienda. Tener conocimientos de la materia y, lo que es también importante, rodearte de asesores cualificados que puedan guiarte en tu toma de decisiones, es crucial para contar con una buena salud financiera, presente y futura.
Merece la pena mencionar también que la falta de educación financiera en los diferentes profesionales y, en general, en el conjunto de la sociedad, es un peligro que puede tener consecuencias graves tanto a nivel individual como colectivo. Cuando las personas no están formadas financieramente son más propensas a caer en deudas inasumibles, lo que lleva a situaciones económicas precarias y de mucho estrés. Además, la falta de conocimiento sobre ahorro e inversión puede llevar a la pérdida de oportunidades para conseguir un aumento de riqueza a largo plazo y asegurar un futuro estable. En este sentido, sobre todo, necesitamos tener en cuenta que el progresivo envejecimiento de la sociedad nos va a llevar ante un sistema público de pensiones cada vez más difícil de sostener, y los trabajadores del presente necesitamos tener esa base de educación financiera para buscar fórmulas que nos permitan complementar la pensión pública y mantener el poder adquisitivo una vez lleguemos a la jubilación. Por ello, podemos afirmar que una buena formación en educación financiera no solo permite lograr con mayor facilidad nuestros objetivos financieros, sino que también, y quizá más importante, nos permite evitar problemas de sobreendeudamiento y exclusión financiera.
En definitiva, una sociedad sin una base financiera sólida corre el riesgo de enfrentar desigualdades crecientes e inseguridad entre sus ciudadanos. Es fundamental promover la educación financiera entre los jóvenes y los profesionales, ayudándoles a tomar decisiones informadas y a construir un futuro económico sólido en un mundo cada vez más complejo y cambiante.