Proyecto piloto para detectar de forma precoz los trastornos de conducta alimentaria en adolescentes mediante una aplicación de realidad virtual
Ha sido impulsada por la Fundación A.P.E. y se va a probar este curso en dos centros educativos de la Comunidad por parte del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, gracias a la implicación de los Departamentos de Educación y Sanidad del Gobierno de Aragón
Aragón va a lanzar de forma pionera un espacio virtual interactivo para detectar de forma precoz los trastornos de conducta alimentaria (TCA) en adolescentes. La aplicación ha sido impulsada por la Fundación A.P.E. y su validez científica se va a probar ya este curso en dos centros educativo de la Comunidad, en el marco de un proyecto de investigación del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, con el objetivo de que su implantación pueda extenderse en el curso 2024/2025 a todos los colegios e institutos aragoneses.
Así lo han avanzado esta pasada semana los consejeros de Educación y Sanidad, Claudia Pérez Forniés, y José Luis Bancalero, tras la reunión que han mantenido con los fundadores y patronos de la Fundación A.P.E., Carlos Peralta y Chelete Echechiquía. Tal y como ha explicado Peralta, con esta herramienta tecnológica, se podrá avanzar en la detección “precoz, masiva e inmediata del colectivo más vulnerable a padecer estas graves enfermedades, que están creciendo exponencialmente y para cuya erradicación resulta esencial evitar que se cronifiquen”.
La parte tecnológica ha sido desarrollada por Ia empresa aragonesa puntera en realidad virtual Imascono, y la parte de contenido, esto es, la expertice médica, la ha liderado el doctor Ignacio Jaúregui, también aragonés y que, como psiquiatra, psicólogo y nutricionista, es autor de numerosos libros y publicaciones en TCA. Junto a él, se ha contado con un amplio equipo de expertos en este tipo de trastornos, del que forman parte los doctores especialistas del Hospital Clínico y del Hospital Provincial de Zaragoza, Maite Zapata, Pedro Ruiz, César Paumar y Andrea Barrio.
La aplicación despliega un espacio virtual interactivo, cuyo principal objetivo es que los escolares, mediante diferentes dinámicas de gaming y bajo un entorno de espontaneidad –con un storytelling adecuado y personajes avatar que recrean escenas de la vida cotidiana de los adolescentes- puedan realizar los cinco pasos del test SCOFF, instrumento científico para el cribado de los casos de TCA en adolescentes escolarizados, y que actualmente se ‘pasa’ por escrito con escaso retorno de casos.
Este cuestionario responde al acrónimo de las iniciales de las preguntas en cada ítem en inglés: Inducirse vómito (sick), control sobre la ingesta (control), pérdida de peso (out weight), sentirse gordo (fat) y la comida domina la vida (food).
El propio programa autocorregirá el test y generará automáticamente un sistema de alerta que permita poner en marcha mecanismos de ayuda a los menores o adolescentes que lo requieran. La aplicación será ‘multifunción’, de tal forma que pueda operarse desde cualquier dispositivo –móvil, tablet u ordenador- y en cualquier lugar, tanto en los propios centros escolares, como en el hogar.
La validación científica de la herramienta se hará ya este curso a través de un proyecto piloto en dos centros educativos de la Comunidad Autónoma y estará liderada por el doctor Pedro Ruiz Lázaro, jefe de servicio de Psiquiatría del Clínico. Para garantizar su correcto funcionamiento desde el punto de vista clínico, se conformarán grupos de trabajo en los que se realizarán los test virtuales y también por el método tradicional, así como posteriores entrevistas, mediante las que se evaluará la fiabilidad de la herramienta.
El objetivo es que su uso pueda generalizarse en todos los centros educativos de Aragón el curso 2024/2025. La Fundación A.P.E. ha iniciado también contactos con el Ministerio de Educación para intentar dar posteriormente el salto a los centros escolares de todo el país.
En Aragón, y especialmente tras el COVID, ha habido un aumento exponencial de la incidencia de estos problemas, con casos más graves que, con frecuencia, han necesitado ingreso hospitalario. También se ha observado inicio de este tipo de trastornos a edades más tempranas (10 años). En lo que llevamos de año, se han valorado 110 nuevos casos, de acuerdo a los datos de la Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Fuente: Gobierno de Aragón