El rincón del asesor
Josep Soler
Consejero ejecutivo de EFPA España (Asesores Financieros)
En los últimos años, el asesoramiento financiero ha experimentado una notoria evolución desde la perspectiva de los profesionales que operan en este sector. Tareas como la recopilación y el análisis de datos han sido optimizadas en tiempos y procesos y la eliminación de barreras físicas, gracias a la digitalización, ha permitido a los profesionales tener la capacidad de llegar a un público más amplio, proporcionando orientación a clientes situados en diversas ubicaciones geográficas. Todas estas innovaciones, en última instancia, contribuyen de manera significativa a mejorar el servicio proporcionado al cliente.
La llegada de la inteligencia artificial (IA) generativa está marcando un hito significativo en todos los sectores, incluido el asesoramiento financiero. Este avance promete ofrecer oportunidades innovadoras en ámbitos como la automatización de tareas, la elaboración de informes y, cada vez más, en otros procesos de trato con el cliente. Sin embargo, como con cualquier novedad, es imperativo integrar la inteligencia artificial con cautela. La implementación de estas tecnologías requiere una cuidadosa consideración, pruebas exhaustivas, un análisis minucioso de sus oportunidades y riesgos y, sobre todo, plantear los cambios que implicará en las tareas a realizar por el asesor financiero, que con seguridad estarán mucho más orientadas a la personalización de los consejos para cada cliente.
Como es normal, estos meses hemos visto cómo el debate se ha intensificado respecto a las oportunidades y desventajas asociadas a la convergencia entre el asesoramiento financiero y la IA. En el ámbito del análisis financiero aplicado a empresas, carteras o vehículos de inversión, complementario al del asesoramiento, la inteligencia artificial facilita una profundización y sofisticación notables. A través del procesamiento masivo de datos, se espera que las aplicaciones favorezcan el trabajo de los analistas, proporcionando interacciones de datos y escenarios de gran potencia. Aunque el «toque humano» de un analista hábil seguirá (y debe seguir) siendo esencial. La intuición personal, la empatía, y, en general, el factor humano continúa siendo indispensable en la operativa de gestión. Además, la capacidad de la inteligencia artificial para identificar emociones, superar sesgos personales y prever eventos imprevisibles como los «cisnes negros» aún permanece incierta. Si esto será así para los analistas financieros, mucho más para los asesores, cuyas tareas están más próximas al cliente. La IA favorecerá también muchas tareas del asesoramiento, pero en este caso será de poca ayuda si no se apoya en la capacidad “humana” y de diferenciación de cada cliente para establecer consejos y soluciones.
Y es que, aquellas tareas más estrechamente ligadas a comprender las características personales, objetivas y subjetivas de cada inversor, es seguro que supongan un límite para la inteligencia artificial. Aunque las IA generativas y los bots puedan interaccionar con los clientes, ofreciendo información y explicaciones, es en la comprensión profunda del inversor y sus preferencias donde la IA presenta limitaciones y riesgos comparables a los observados en campos como la medicina o la conducción autónoma. Esto significa que la IA puede desempeñar un papel crucial en el respaldo a los profesionales en la selección de productos financieros, pero su papel debe permanecer ahí, tras el profesional, emergiendo como un apoyo extraordinario para el asesoramiento financiero.
Es crucial realizar un análisis detenido de los impactos, asegurándose de que la implementación de estas herramientas tecnológicas se realice de manera ética y con una comprensión clara de sus implicaciones tanto para los asesores financieros como para sus clientes. Por ello, podemos afirmar que la eficacia de estas innovaciones dependerá en gran medida de la capacidad de adaptación y de la gestión cuidadosa de las nuevas dinámicas que surjan en la intersección entre la tecnología y el asesoramiento financiero.