El refuerzo de los valoradores de discapacidad permite resolver más de 3.000 solicitudes desde noviembre
“El compromiso de este Gobierno con las personas con discapacidad es inquebrantable”. Así se ha expresado Carmen Susín, consejera de Bienestar Social y Familia, desde la residencia y centro de día Josemi Monserrate, en Zaragoza, uno de los espacios de atención integral para personas con discapacidad gestionados por la Fundación Dfa. Susín ha estado acompañada por la presidenta de Dfa, Marta Valencia, además de Enric Soley, patrono y secretario, y Luis Molina, director general.
La Consejera se ha referido al impacto de la entrada en funcionamiento del equipo para reducir las listas de espera en la valoración de la discapacidad que empezó a trabajar a finales del pasado año, en noviembre: «Es una de las medidas que hemos tomado que ya ha dado sus frutos», aseguraba, puesto que el trabajo de este equipo sumado al de los ya existentes ha supuesto que se haya avanzado en 3.225 valoraciones desde el mes de noviembre hasta ahora.
Se trata de un dato positivo pese a la constatación de que la actualización y afinamiento del aplicativo que procesa los datos de las listas de espera haya provocado que afloren 1.800 solicitudes: con datos de enero, la lista de espera de la discapacidad a nivel autonómico es de 11.945 valoraciones pendientes.
En diciembre se dio respuesta a 590 expedientes en todo Aragón, de los que el nuevo equipo resolvió 227, y en enero se atendieron 1.154 solicitudes de valoración; de ellas, 468 fueron efectuadas por estos nuevos profesionales. Adscrita a la gerencia del IASS, esta unidad se dedica a hacer un triaje de las solicitudes y a valorar sobre expediente los requerimientos de personas mayores de 65 años, de quienes padecen patologías concretas y de los menores de 65 años que proceda en base a sus historias clínicas.
El complejo Josemi Monserrate toma su nombre del que fuese presidente e impulsor de Dfa, fallecido en 2016, y comprende un centro de día, un espacio para atención temprana, la centralita telefónica que atiende el Teléfono del Mayor, entre otros servicios; una zona de formación y empleo y una residencia con 30 plazas –parte de ellas concertadas con el IASS y otras privadas– diseñadas para adaptarse a las necesidades de las personas con discapacidad que las ocupan.
Desde Dfa resaltan que las instalaciones en Vadorrey representan y reflejan el ciclo vital de las personas con discapacidad, a través de unos servicios centrados en cada individuo y que además son gestionados por personas con discapacidad, un hecho que les permite demostrar cada día todas sus capacidades para trabajar y hacer con ello del empleo un elemento de inclusión e integración.
En funcionamiento desde 2019, en este espacio los usuarios pueden recibir asistencia para llevar a cabo actividades cotidianas, acceder a cuidados relacionados con su bienestar social y sanitarios o ejercitarse en el gimnasio, por ejemplo; también hay un servicio de apoyo a las familias que conviven con la discapacidad y disponen de espacios para el ocio y las relaciones personales.
Tal y como ha destacado la Consejera, la residencia Josemi Monserrate es un ejemplo de cómo se ha de aplicar el modelo de atención centrada en la persona, un gran cambio de paradigma en el que se evita aplicar protocolos que cosifiquen o despersonalicen a quienes necesitan de apoyos por su situación de discapacidad o dependencia o por su edad más avanzada.
En esta forma de hacer, las necesidades y capacidades de cada individuo se abordan en todo momento respetando su autonomía e incentivando su protagonismo en la toma de decisiones del día a día. Este enfoque no sólo implica a los profesionales que atienden al usuario y le proveen de apoyo dentro de la institución; también integra a las familias y a la comunidad de la que esas personas forman parte -en este caso, el barrio de Vadorrey- en un proyecto común que promueve el pleno desarrollo y la inclusión de cada una de ellas.
Esta perspectiva que pone a la persona en el centro es una prioridad para el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, que ha implantado en los últimos años una nueva cultura de la organización que incide en la mejora continua mediante una metodología de gestión por procesos y que apuesta por la participación e implicación de los profesionales y las familias.
Fuente: Gobierno de Aragón