Opinión RSC

Una inteligencia artificial responsable

RSC

Juan José Cubero Marín

Exprofesor titular de la Universidad de Zaragoza

jjcooperm@hotmail.com

Los países desarrollados se están encontrando con una innovación de dimensiones aún no conocidas totalmente. Se trata, como señala el título de este artículo, de la Inteligencia Artificial, I.A., que forma parte de la conocida Transformación Digital y con el Cambio Climático y otras innovaciones y regulaciones, nos están situando en una posición muy delicada, en la que o se acepta y aplica estos avances, o se prescinde de estas innovaciones corriendo el riesgo de poner en peligro la supervivencia de las empresas, en ningún caso deseable.

Como ya hemos presentado, en alguna ocasión y en esta misma sección de la Revista AEA, los nuevos desarrollos tecnológicos llevan consigo una gran cantidad de beneficios a las empresas, que se consiguen si van acompañados de la debida atención que hay que prestar a las personas, al entorno social y al propio planeta.

Ante la importancia que puede llegar a tener la I.A., ya se han puesto en marcha  diversas organizaciones, regulando aspectos relacionados con esta innovación, como es el caso de la primera normativa en Europa, denominada “Reglamento (U.E.), 2024/1.689 del Parlamento Europeo y el Consejo de 13 de junio de 2.024 con el objeto de establecer normas armonizadas en materia de Inteligencia Artificial, con una entrada en vigor, prevista para el 2 de agosto de 2.026, salvo para algunas prácticas relacionadas con la I.A., que habrá que aplicar a partir del 2 de febrero de 2025.

Para ello los diferentes países miembros de la U.E. ya se están poniendo en marcha, como por ejemplo el caso español, habiéndose creado la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial, con la publicación del Real Decreto 729/2023 de 22 de agosto.

Otro caso a considerar se debe a la importante asociación Forética, citada en diferentes ocasiones en esta Sección, que ha presentado recientemente un Manifiesto con cinco principios, aconsejando que todas las empresas lo deberían tener en cuenta:

  • Principio 1.- Desarrollar una I.A. respetuosa con los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos.
  • Principio 2.- La I.A. y los objetivos de recuperación de la naturaleza.
  • Principio 3.- La I.A. y la Ética, respetuosas con los Principios Rectores de la ONU, sobre Empresas y Derechos Humanos.
  • Principio 4.- La I.A., y la Inclusión, la Igualdad, la Diversidad y la eliminación de la Discriminación.
  • Principio 5.- La I.A. y los Principios de Buen Gobierno.

                                                                                                                                 

 

 

                                                                                                                                                                                                                                                      Como casi siempre, estos principios y los señalados en el Reglamento Europeo, no parece que las Pymes estén en condiciones de poder implementar adecuadamente lo que se contempla en estas regulaciones. Aun así, las Pymes deberán ir pensando en la Inteligencia Artificial ya que, por aquello de la cadena de valor, sus clientes pueden exigirles que incorporen estas técnicas.

Creemos que es importante que las empresas, pequeñas y grandes, conozcan estas disposiciones y las que vendrán, que no serán pocas, principalmente por la eficiencia que puedan proporcionarles y también por las sanciones en que puedan incluir.

No nos queda más remedio que ser responsables, no solo en lo concerniente a la I.A. si no en todas nuestras actividades, señalando e insistiendo que se debe ser respetuoso con las personas, la sociedad, el planeta y con una buena gobernanza.

 

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