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Eduardo Ibáñez: «En la Denominación de Origen Campo de Borja nos preocupa la falta de relevo generacional»

Eduardo Ibáñez

Presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Campo de Borja

En esta entrevista, el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Campo de Borja nos cuenta los desafíos a los que se presentan los viticultores, charlamos sobre la cultura del vino y nos adentra en el apasionante mundo de las Garnachas Históricas, compartiendo los desafíos y las recompensas de este proyecto pionero.

¿Nos podría hablar de su trayectoria profesional hasta llegar al Consejo Regulador?

En mi casa toda la vida han sido viticultores; mi padre fue viticultor y yo en el año 1998 empecé con los viñedos que me dejó mi padre y algo más y tuve mi explotación agrícola y la sigo manteniendo. Yo venía del sector cárnico, fui comercial de Oscar Mayer pero en el año 1999 pues ya cogí la explotación de mi padre.

 

Estuve años como viticulor y en 2006 fui elegido como Presidente de la Cooperativa Agrícola de Borja y a su vez en Bodegas Borsao. Del 2006 hasta el 2020. Falleció Gregorio (García), presidente de la Denominación de Origen Campo de Borja en el año 2013, yo era vicepresidente de la denominación así que me eligieron como presidente de la Denominación de Origen en el año 2013. Desde entonces ha habido tres elecciones y a las tres me he presentado y he salido; la gente estaba de acuerdo en que siguiera como presidente y al año que viene pues no sabemos si habrá cambios.

 

¿Cuál es tu trabajo al frente de la DO?

Mi trabajo es representar a todos los viticultores y a todas las bodegas de Campo de Borja en todos los actos cuando, en diferentes ferias, concursos internacionales y catas. Representar a todas las bodegas y estar al frente de la denominación para todo, para lo bueno, para lo malo.  

 

¿Cómo fue la vendimia de 2024?

 

Pues ha sido un año muy complicado, la verdad es que llevamos dos años muy malos de sequía extrema en Campo de Borja. Ahora es cuando parece que se ha recuperado un poquitín. En 2023 tuvimos 2.900.000 kilos de uvas y en 2024 23.900.000, un poquitín más, pero bueno, aun así son datos muy bajos, porque la media de los últimos 10 años que tenemos en Campo de Borja es de 30 millones de kilos de uva por año. Entonces estamos bajo mínimos y a ver si el año que viene tenemos más suerte, esperemos que haya mejor cosecha, más cantidad y más calidad de lo que de lo que se ha recibido este año.

Cuando la gente se jubila, ya no hay gente joven y eso preocupa mucho a nosotros y a muchas denominaciones. Además, la uva no se está pagando al precio que debía de pagarse

Queríamos preguntarte por el proyecto de Garnachas Históricas.

Garnachas Históricas es un proyecto que se inició junto con las tres bodegas más grandes  de Campo de Borja; Bodegas Borsao, Bodegas Aragonesas y Bodegas Ainzó y junto con la Universidad de Zaragoza (con el profesor Vicente Ferreira) y junto a la Universidad de Navarra.

Se está estudiando lo que son las viñas viejas de más de 35 años para hacer unos vinos distintos, más top. Tenemos aproximadamente unas 800 hectáreas de viñedos viejos pero queremos saber exactamente de qué año son porque, aunque están inscritos en el registro vitícola, no se sabe el año exacto, ya que antiguamente no había datos exactos como ahora. El proyecto nos permitirá conocerlo.

Además, Grandes Garnachas es un proyecto que estamos llevando a todos los sitios donde hacemos catas y donde se hacen presentaciones de los vinos de Campo de Borja para después poder darle un grado de distinción a los vinos que se elaboren. Darles un valor añadido a esos viñedos para poder mantenerlos.

Otro tema que nos interesaba comentar con usted es la cultura del vino. ¿Cree que existe esa cultura del vino en Aragón?

Bueno, últimamente empezando a haber un poquito más de cultura del vino pero no hay mucha. Lo primero porque el canal Horeca de hostelería no se preocupa de cuidar como hay que cuidar los vinos a la hora de servirlos, promocionarlos y darlos a conocer.

Antes recuerdo que te daban el vino de cualquier manera en muchos sitios, en un vaso de plástico. Y ahora se va teniendo un poco más de Cultura y se va dando un vino como hay que tomarlo: a su temperatura adecuada y en una copa de cristal y como se tiene que hacer las cosas y se va conociendo algo más el vino. Pero cuesta mucho hasta que la gente se mentaliza. Pero bueno, poco a poco irá cambiando la hostelería y el que quiera vender realmente vino bien y en condiciones pues tendrá que hacer las cosas como se deben de hacer. Eso es lo que más nos preocupa a las bodegas y a la denominación. En el resto de las denominaciones pasa lo mismo: es que no hay cultura del vino. En Rioja o en Ribera del Duero nos llevan 20 años de adelanto y la verdad es que se nota cuando vas a los sitios, te ponen un vino como como hay que servirlo sin embargo, alguien Aragón cuesta.

Y hablando de preocupaciones, ¿qué otros temas les preocupan a corto plazo?

El mayor problema que tenemos es que se está considerando el vino como si fuese poco menos que droga. Cuando conviene es alimento y cuando no es alcohol. Y así, claro, el consumo de alcohol baja. El vino va a ser un artículo de lujo y va a tener que estar bajo control, si nos aplican la ley de bebidas alcohólicas.

Lo que nos preocupa también mucho es que no hay relevo generacional.

No sabemos lo que pasará. Cuando la gente se jubila, ya no hay gente joven y eso preocupa mucho a nosotros y a muchas denominaciones. Además, la uva no se está pagando al precio que debía de pagarse.

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