Cultura Entrevistas Especial 23 de abril Sociedad

Javier Lapuerta y Pedro Moreno: “A proyectos como el nuestro nos queda actuar en los márgenes donde, a veces, brotan flores bellas y diferentes”

Laura Latorre Molins

Periodista

Javier Lapuerta y Pedro Moreno
Editores de Rasmia Ediciones

Javier Lapuerta y Pedro Moreno lideran Rasmia Ediciones, una editorial aragonesa joven con una identidad clara y comprometida. Desde 2014, buscan libros que impacten, remuevan y dejen huella en el lector. Apostando por el diseño cuidado y la calidad literaria, han logrado consolidarse en el panorama aragonés.  

Rasmia es una editorial joven, pero con una identidad muy clara. ¿Cómo nació la idea de crearla y qué os motivó a dar el paso?

Rasmia nació en 2014, cuando Pedro se asoció con Majo Lisarde y Arantxa Gonzalo. Javier colaboraba desde el minuto uno, realizando todo el diseño de la marca, el logotipo, las colecciones… otorgándole esa estética tan reconocible a nuestros libros. Por circunstancias personales, Arantxa y Majo abandonaron el proyecto en 2016, y desde entonces nos hicimos cargo nosotros dos. Somos amigos desde hace muchos años, conectamos plenamente a la hora de trabajar juntos y tuvimos claro que queríamos llevar adelante un proyecto tan interesante como este con el que, además, nos lo pasamos muy bien.

El nombre Rasmia tiene mucha fuerza y arraigo en Aragón. ¿Cómo representa vuestra filosofía editorial?

Siendo de Aragón, teníamos una querencia especial por esa palabra y su significado. Es una especie de conjuro a la hora de afrontar un mundo tan difícil, a veces, como el editorial. Nos define, representa y crea cercanía con los lectores. A los de aquí, porque les suena. A los de fuera, porque primero les choca y, cuando conocen su significado, les seduce.

En un sector tan competitivo, ¿cuál es el mayor reto de una editorial independiente hoy en día?

Ser visible, que tus propuestas sean tenidas en cuenta por las librerías y lleguen al público. Es este un mundo sobresaturado en el que se publica muchísimo. Es la lógica de mercado que se aplica a todos los sectores, pero que nosotros no podemos (ni queremos) asumir. Es por ello que publicamos pocos títulos al año. Eso hace que no tengamos una visibilidad constante, pero estamos contentos, sobre todo en Aragón, donde sí que hemos conseguido ir posicionándonos poco a poco en un lugar en el que nos sentimos cómodos.

Las editoriales como la vuestra son fundamentales para descubrir talento local. ¿Cómo veis el panorama literario en Aragón? ¿Creéis que hay suficiente apoyo a los nuevos autores?

A nuestro correo, siendo una editorial independiente y no muy conocida, llegan muchos manuscritos. Nosotros apoyamos en lo que podemos, publicando. Hay buena salud en el panorama literario aragonés, y en ese sentido nuestro catálogo también lo demuestra. En cuanto al apoyo institucional, como en todo, siempre se puede hacer más. Iniciativas como el Premio Talento Emergente La Torre de Babel nos parecen interesantísimas.

A la hora de seleccionar un libro, ¿qué buscáis en una historia para decidir que merece ser publicada en Rasmia?

Rasmia tiene una línea editorial bastante definida, que se intuye en cuanto ves nuestro catálogo. Lo que buscamos en cada publicación es que no te deje indiferente, que te impacte y te remueva de algún modo. Hay un poso crítico en nuestros libros y, desde luego, hay política, entendida como las acciones cotidianas con que intervenimos en el mundo. También entendemos la literatura como un arte, y por eso buscamos libros cuyo estilo y potencia narrativa nos cautive. Publicamos lo que nos gusta, temática y estilísticamente. Proponemos un diálogo en el que, como dice Montaigne: «La palabra es mitad de quien la pronuncia y mitad de quien la escucha».

Más allá del contenido, Rasmia es muy reconocida por sus diseños cuidados y ediciones con mucha personalidad. ¿Cómo trabajáis el aspecto visual de cada libro?

Que desde hace milenios el libro es un artefacto casi perfecto lo tenemos claro, como también que un libro debe ser bello. El diseño de cada colección ha sido un trabajo meditado y minucioso para darle esa personalidad bien reconocible. Esa parte visual es responsabilidad de Javier y su estudio de diseño Detalier Estudio Creativo, cuidando cada aspecto y rodeándonos de pintores, ilustradoras y fotógrafas que nos acompañan en cada propuesta.

¿Creéis que en la era digital el diseño y el formato físico siguen marcando la diferencia en la experiencia lectora?

Nosotros apostamos por el físico, creemos que aún hay mucha gente que valora la experiencia de sostener un libro, que supone una interacción más «física» con un objeto que nos es familiar y cercano, como un viejo amigo con el que quedamos para conversar, que nos cuenta y al que escuchamos. Además, valoramos enormemente el trabajo de los impresores, destilado durante tantos siglos, y que nos sigue pareciendo impresionante.

¿Hay algún libro publicado hasta ahora que haya sido especialmente significativo para vosotros?

De los más recientes, quizá la reedición de “Cualquiera que os dé muerte”, obra de Cecilia Gª de Guilarte, una de las Sinsombrero. Novela que habla de memoria y lucha.

El mundo editorial ha cambiado mucho en los últimos años. ¿Cómo veis el futuro del sector y el papel de las editoriales independientes en él?

Es un sector, como dijimos arriba, sobresaturado, y lo difícil es hacerse un hueco, mantenerse económicamente y tener librerías aliadas y lectores fieles que se interesen por lo que propones. El mercado editorial digamos, más comercial, tiene sus corrientes, propuestas y dinámicas, que siembran, cultivan y cosechan. A proyectos como el nuestro nos queda actuar en los márgenes, en esos ribazos donde, a veces, brotan flores bellas y diferentes.

Ahora estamos a las puertas del 23 de abril, ¿qué significa para vosotros un día como este? ¿Dónde os podremos encontrar?

El 23 es una fecha que siempre ha sido muy importante y, quizá en los últimos años, aún más. En Zaragoza vemos una respuesta increíble por parte de la gente, que ese día sale a disfrutar de una jornada en la que el libro es protagonista, y lo hace con alegría y decisión. ¡Ojalá más días así, en los que se perciba y disfrute tanto el gozo de los libros y la lectura! Nosotros acudimos todos los años. A la altura de El Caracol nos encontraréis.

Si pudierais elegir cualquier libro (de cualquier época o autor) para haberlo editado vosotros, ¿cuál sería?

Pues, tirando a la tierra, sería “Imán”, de Ramón J. Sender. Porque supondría publicar una de las mejores novelas del siglo XX, una obra maestra que es, además, un alegato antibelicista impresionante, necesario en estos tiempos que nos toca afrontar.

Redacción AEA /LLM

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