
El rincón del asesor

Pilar Barcelona
Delegada territorial del Comité de Servicios a Asociados de EFPA España en Aragón
Recibir una herencia siempre se convierte en un proceso complejo, puesto que a la carga emocional que conlleva la pérdida de un ser querido se suman una serie de cuestiones legales, fiscales y patrimoniales que pueden convertir la gestión de una herencia en un verdadero desafío. La incertidumbre sobre las cargas económicas asociadas, los elevados impuestos y la falta de liquidez para hacer frente a estos costes son factores que pueden condicionar la decisión final.
La clave para afrontar de la mejor forma este proceso radica en contar con toda la información y en lograr una cierta planificación. Tomar decisiones precipitadas puede traer consigo consecuencias irreversibles, por lo que antes de aceptar o rechazar una herencia, es fundamental evaluar todos los aspectos que la conforman, desde la composición del patrimonio hasta las posibles deudas y la carga impositiva. Este análisis debe contemplar también el cumplimiento de los plazos establecidos por la ley, ya que la inacción puede interpretarse como una aceptación tácita, lo que podría generar una responsabilidad económica imprevista para el beneficiario.
Uno de los primeros pasos en la gestión de una herencia es realizar un inventario detallado de los bienes y deudas que la componen. No todas las herencias son netamente positivas; en muchos casos, los pasivos superarán a los activos, lo que puede suponer un problema para los herederos. Existen diferentes formas de aceptar una herencia: de manera pura y simple, asumiendo todos los bienes y deudas; o a beneficio de inventario, lo que permite limitar la responsabilidad del heredero al valor de los bienes heredados. Incluso, en algunos casos, la opción más recomendable es renunciar a la herencia para evitar compromisos financieros inasumibles.
El aspecto fiscal también juega un papel determinante en la decisión. El Impuesto de Sucesiones y Donaciones varía según la Comunidad Autónoma y puede suponer un desembolso significativo, especialmente en aquellas regiones donde las bonificaciones son menores. En el caso de herencias con bienes en distintos países, pueden existir implicaciones adicionales derivadas de la doble imposición, por lo que es fundamental conocer la normativa aplicable en cada caso.
Debemos tener en cuenta que gestionar una herencia no es solo un acto administrativo, sino una decisión que puede afectar de manera significativa la estabilidad financiera de una familia
Aquí es donde entra en juego un elemento clave que puede facilitar enormemente todo este proceso: hacer testamento. Muchas veces se subestima su importancia, pero lo cierto es que contar con un testamento bien estructurado evita problemas y conflictos entre herederos, además de simplificar la tramitación legal. Un testamento permite dejar claro el reparto de bienes, asegurando que los deseos del fallecido se cumplan sin necesidad de largos procesos judiciales. Además, puede ayudar a optimizar la carga fiscal de la herencia, permitiendo una mejor planificación patrimonial para minimizar el impacto de los impuestos.
Dada la complejidad del proceso, contar con asesoramiento profesional especializado puede marcar la diferencia. Un asesor financiero no solo ayuda a evaluar las distintas opciones disponibles, sino que también orienta en la optimización fiscal y en la planificación de la sucesión. En muchos casos, una correcta estrategia patrimonial puede evitar conflictos entre los herederos y reducir la carga tributaria de la transmisión de bienes.
Debemos tener en cuenta que gestionar una herencia no es solo un acto administrativo, sino una decisión que puede afectar de manera significativa la estabilidad financiera de una familia. Por ello, es imprescindible abordar este proceso con información clara, conociendo todas las alternativas y contando con el apoyo de profesionales que ayuden a tomar las mejores decisiones. En un contexto donde la normativa es cada vez más compleja y las implicaciones económicas pueden ser elevadas, la ayuda profesional será el mejor aliado para evitar sorpresas y garantizar una gestión correcta en momentos complicados.