Salud mental, el gran desafío

La salud mental es un estado de sentirse bien consigo mismo en diferentes aspectos: emocionalmente, psicológicamente y también socialmente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como: “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

Las altas cifras de suicidio en nuestro país han puesto por fin de relieve el problema de la salud mental en nuestro país. Sin duda, el aumento de casos se debe a la pandemia en la que estamos inmersos y sobre todo el confinamiento de varios meses que vivimos el pasado año. Además, la incertidumbre y la crisis han hecho evidente la necesidad de reforzar la atención a los problemas de ansiedad y depresión, pues las listas de espera de psicólogos y psiquiatras se ha disparado.

Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) en 2020 se quitaron la vida casi 3.700 personas, las últimas cifras referidas a los cinco primeros meses de 2020 elevan a 1.343 los suicidios consumados en España. En todo el año anterior, 2019, se produjeron 3.671. 

España solo destina un 5 % del presupuesto sanitario a estos problemas frente al 7 % de media europea, ante lo que los expertos reclaman más recursos y un plan de prevención. Cifras que representan la escalofriante situación y secuelas de lo vivido y una tendencia lamentablemente en alza que habría que frenar de inmediato.

Cabe destacar que el personal esencial expuesto desde el primer momento a esta situación, como los profesionales sanitarios, se ha notado especialmente afectado. Como advierte la OMS en su informe, la pandemia está imponiendo exigencias extraordinarias al personal sanitario, tanto física como mentalmente. 

De acuerdo con algunos estudios los profesionales de la salud están experimentando niveles más elevados de ansiedad (13,0% frente a 8,5%) y de depresión (12,2% frente a 9,5%) en comparación con los profesionales de otras áreas. La investigación muestra que hasta el 43% de los trabajadores de primera línea experimentan niveles significativos de ansiedad, con una prevalencia del 27% en enfermeras y del 17% en médicos.

Según especialistas de nuestros hospitales Viamed, otro de los colectivos que se han visto muy afectados han sido los más pequeños sobre todo en el área social. Antes de la Covid, este proceso de desocialización aparecía antes (antes de los 2 – 3 años), y ahora se está retrasando por el hecho de haberse quedado en casa o no ir a guarderías, por ejemplo. 

Muchos de ellos están teniendo problemas de habilidades sociales, les cuesta más adaptarse a situaciones nuevas, son más inseguros, más dependientes de sus padres, y con más miedos. Igualmente, los adolescentes y jóvenes de entre 18-30 años han sido muy vulnerables en cuanto a salud mental, tras limitar todo el ocio y sociabilización.

Esta es una realidad que no podemos eludir. Los expertos insisten en que la depresión es una enfermedad que puede ser tratada y curada, especialmente si se diagnostica temprano. Es fundamental que las personas que la sufren puedan hablar de ella «sin tabúes» y reciban la atención especializada necesaria, pues el papel que realizan los psicólogos y psiquiatras es vital para prevenir o intervenir cualquier tipo de patología relacionada para fortalecer la salud mental.