Sociedad

Un estudio editado por el Gobierno de Aragón analiza el paralelismo entre el exilio de Goya y el de los republicanos españoles

‘Goya. Valor y símbolo del exilio republicano español’ parte de una obra de teatro inédita cuyo protagonista es el pintor de Fuendetodos

La relación existente entre Francisco de Goya y el exilio republicano español es el objeto de estudio de ‘Goya. Valor y símbolo del exilio republicano español’, de la investigadora Inmaculada Real López. 

La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón, ha participado este miércoles en la presentación del volumen, editado por el Gobierno de Aragón.

El libro analiza los puntos en común entre el exilio de Goya y el que sufrieron otros españoles tras el fin de la Guerra Civil, tomando como punto de partida el hallazgo de una obra de teatro inédita y cuyo protagonista es Goya. 

A raíz de este hallazgo, la autora se plantea cuánto hay del artista en la España desterrada. El pintor de Fuendetodos tiene un protagonismo especial, pues su figura y obra representa la esencia nacional de la patria perdida.
 
El volumen se divide en tres grandes partes: la evacuación de las pinturas de Goya a Ginebra tras la Guerra Civil, la configuración del artista como símbolo de identidad de la España expatriada y el análisis de la presencia de Goya en los escritos artísticos del exilio.
 
En las páginas de este volumen se establece un paralelismo entre el ciclo de la vida del artista y la de los exiliados del 39, con el fin de poner de manifiesto los numerosos puntos de encuentro.
 
Así, el análisis comienza con la configuración simbólica de Goya a principios de siglo XX, un proceso de recuperación que tenía como objetivo reparar la crisis de identidad que provocó el Desastre del 98. Años antes el pintor dejó testimonio de la Guerra de la Independencia y del drama sufrido por el pueblo, inspirando a los ilustradores de la Guerra Civil. 
La obra de Goya fue posteriormente protegida por el bando republicano, que se encargó de evacuar el tesoro artístico español a Ginebra en 1939. La obra del pintor representa el mayor volumen de todo este conjunto que cruzó la frontera junto a la retirada republicana.
 
A partir de ahí comienza una evocación constante a Goya, tanto en el exilio francés como en el americano. Partiendo de diferentes fuentes documentales y artísticas se demuestra que, en medio de la gran diáspora, Goya constituye una la patria en el destierro.
Fuente: Gobierno de Aragón
 
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