Más de 150.000 personas han visitado una muestra de la National Gallery de Londres en la que se incluía una obra de Pablo Gargallo
La pieza que ha participado en esta exposición sobre Arte Moderno era ‘La pareja’ que Gargallo creó en 1904 con influencia del escultor francés Auguste Rodin
Un técnico de Zaragoza Museos se ha trasladado a la ciudad inglesa como correo para seguir de cerca el proceso de devolución de la obra
La figura ‘La pareja’, del escultor aragonés Pablo Gargallo, vuelve a Zaragoza tras estar presente en la National Gallery de Londres desde marzo hasta mediados de agosto en la exposición ‘After Impressionism: Inventing Modern Art’ (Después del Impresionismo: Inventando el Arte Moderno), una reflexión de las nuevas técnicas artísticas que se dieron a principios del siglo XX. Un total de 152.000 personas han visitado la muestra en estos meses.
Un técnico de Zaragoza Museos, Carlos Romeo, está asistiendo esta semana al proceso de devolución de la obra ejerciendo como correo. Pero, ¿en qué consiste exactamente el papel del correo? Es el encargado de asegurarse de que tanto el proceso de préstamo como el de retorno se realizan correctamente y de que se garantiza la seguridad de la obra durante el transcurso.
Tras un proceso burocrático para gestionar el préstamo de la obra y la contratación de un seguro, si el préstamo es internacional, el museo que presta la obra (en este caso, el Museo Pablo Gargallo de Zaragoza) debe solicitar un permiso de exportación al Ministerio de Cultura y notificar al Gobierno de Aragón. Posteriormente, una empresa de transporte contratada por el museo solicitante (el National Gallery) se lleva la obra adecuadamente embalada. Es aquí donde comienza la labor del correo, que viaja, en este caso a Londres, para asegurarse de que la pieza ha llegado correctamente, que no ha habido problemas con el transporte y asiste al montaje.
Una vez termina la exposición, se realiza el proceso inverso, que es el que está realizando Romeo estos días para que la semana que viene ‘La pareja’ pueda estar de vuelta en el Museo Pablo Gargallo. Allí su trabajo consiste en analizar la obra, junto a la conservadora del National Gallery, para valorar posibles cambios o daños que haya podido sufrir la obra y asistir a cómo la embalan para traerla de vuelta. Asegura Romeo que este trabajo “es un lujo, una parte muy bonita tras todo el proceso administrativo”.
Una exposición sobre la innovación en el Arte Moderno
El National Gallery de Londres expuso del 25 de marzo al 13 de agosto ‘After Impressionism: Inventing Modern Art’ (Después del Impresionismo: Inventando el Arte Moderno), que exploraba la manera en la que artistas como Paul Cézanne, Vincent van Gogh y Paul Gauguin fueron la inspiración para la innovación y la asunción de riesgos en la pintura y escultura a lo largo de Europa. Es en este contexto donde se mostraba la obra de ‘La Pareja’ (1904), que actualmente forma parte de la colección permanente del Museo Gargallo de Zaragoza.
La escultura de Pablo Gargallo se ubicó junto a las pinturas de Pablo Picasso, Santiago Rusiñol, Ramón Casas, Isidre Nonell y Hermenegildo Anglada Camarasa. A Gargallo, que nació el mismo año que Picasso, le fue concedida una beca para viajar a París en 1903. Asiduo de Els Quatre Gats, estuvo inmerso en los términos artísticos del Modernismo. En este sentido, la inclusión de ‘La Pareja’ en la exposición, que se realizó siguiendo el cuidadoso estudio de Gargallo de la obra de Auguste Rodin en la capital francesa, permitió subrayar las similitudes estilísticas entre los escultores que trabajaban en ambas ciudades.
Las figuras unidas y embelesadas, que recuerdan a ‘Le Baiser’ de Rodin, sugieren la influencia dominante del escultor francés en este momento de la carrera del joven Gargallo. Estas afinidades con Rodin se demuestran en la obra de Gargallo ‘La Bestia del Hombre’ (1904, Museo de Arte de Cataluña) y en ‘Persiguiendo la Ilusión’, realizada por Miquel Blay (1902, Museo de Arte de Cataluña), piezas que fueron también solicitadas para esta exposición. Sin duda, la exhibición de estas tres obras simboliza el desarrollo de la escultura moderna a principios del siglo XX en Barcelona.
Fuente: Zaragoza Museos / Haiku Comunicación