Libros con los que estar (o no) en el presente, dudar sobre la ética profesional o vivir el amor de mil maneras distintas
Laura Latorre Molins
Periodista y escritora
‘No todo el mundo’, de Marta Jiménez Serrano (Editorial Sexto Piso). El amor. Un tema inagotable en la literatura y que también protagoniza este interesante libro de relatos. Celos y miedos, aceptar a las mascotas como parte de una relación, amor a diferentes edades o entre personas de distintas clases sociales, esa regla extraña por la que alguien con quien un día compartiste intimidad pasa, de pronto, a ser un extraño. Todo ello impregna las páginas de ‘No todo el mundo’ donde Marta Jiménez radiografía el amor en la época contemporánea y nos lleva a plantearnos distintas cuestiones. ¿Cómo elegir pareja en una época en la que la oferta parece infinita? ¿Es una ruptura necesariamente un sinónimo de final triste y de fracaso?
‘Sostika’ (Rasmia Ediciones). La primera novela de la periodista Patricia de Blas nos cuenta una preciosa historia que nació gracias a experiencias reales y a un importante trabajo de documentación, a la vez que nos invita a reflexionar sobre los límites éticos a la hora de cubrir conflictos o de utilizar la imagen de personas que lo están sufriendo para informar sobre él. De Blas nos invita a salir de nuestra zona de confort y nos lleva a Nepal, un país al que la protagonista, Sofía, ha decidió volver para buscar a una niña a la que fotografió en un campo de refugiados dos años atrás. No tiene forma de encontrarla, pero la foto acaba de ser premiada en España y esto ha hecho que se cuestione los límites éticos de su profesión.
Es destacable la gran calidad narrativa y el modo en el que la autora maneja la tensión y la emoción. Definitivamente, una novela para saborear.
‘Otaberra’ (Blackie Books). Había mucha expectación por leer el nuevo trabajo de Elisa Victoria y el resultado no ha decepcionado. Esta conmovedora novela se sostiene sobre dos pilares: el tiempo (o la ausencia de conciencia sobre él) y la culpa. El amigo de Renata murió en 1989 y, desde entonces, ella sufre una disonancia en su percepción del tiempo y revive una y otra vez esos días cada vez más lejanos, torturada por una culpa que no le permite habitar el presente. Victoria trabaja el detalle con precisión de orfebre y consigue que experimentemos hasta la náusea la angustia que sufre la protagonista devorada por la culpa.
Al contrario de lo que sucede en Otaberra, la protagonista de ‘El hijo predilecto’ de Yuko Tsushima (Impedimenta), Koko, solo ha sabido vivir en el presente. Ha hecho su vida siempre según su propio criterio, sin dejar que las convenciones sociales o las opiniones de su familia le influyeran. Sin embargo, cuando su hija se vuelve más distante y brusca con ella, Koko empieza a reflexionar sobre su pasado, a dar rienda suelta a sus miedos e inseguridades y a cuestionarse decisiones sobre su pasado y futuro. Esta novela, escrita hace más de cuatro décadas, resulta muy actual ya que, por desgracia, seguimos viendo a diario cómo las mujeres se ven juzgadas cuando sus decisiones no se ajustan a la norma.
A través de la prosa directa y sin adornos de Tsushima, empatizamos con la soledad y la incomprensión en la que habita Koko.
‘Puro glamour’, de Aloma Rodríguez (La navaja). La protagonista de esta novela -a veces biografía- afronta su vida con una capacidad de observación y análisis increíble y un fino sentido del humor que le permite sobrellevar las tareas del día a día. ‘Puro glamour’ está escrito en capítulos cortos, fragmentos a través de los cuales Rodríguez construye esta novela de no ficción donde entrelaza recuerdos y reflexiones y muestra cómo es volver a su ciudad natal tras la pandemia y compaginar la crianza de tres niños con su trabajo. Su vida, cotidiana y a la vez excepcional, es suya y un poco también de todos los lectores que cruzamos con ella el Puente de Piedra mañana tras mañana o que la acompañamos a buscar piso por San Pablo o La Magdalena.
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