Opinión RSC

¿Nuevos ODS para 2050?

RSC

Juan José Cubero Marín

Exprofesor titular de la Universidad de Zaragoza

jjcooperm@hotmail.com

Los ODS aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2.015 son la continuación de otro programa que se tituló, ”Objetivos de Desarrollo del Milenio”, para el periodo del 2.000 al 2.015.

Faltando a los ODS seis años para llegar al plazo previsto y, entendiendo, que no se han alcanzado todas las metas establecidas, ha empezado a barajarse la necesidad de comenzar a trabajar para dar continuidad a la Agenda 2.030, para el próximo periodo que podría a llegar hasta el año 2.050.

Algunas metas han avanzado positivamente, pero el retraso alcanzado en otras, parece ser que se debe a que en este periodo hemos padecido la pandemia de la Covid 19, una gran diferencia financiera entre países ricos y pobres, y estos últimos padeciendo guerras y conflictos, entre los que cabe destacar los siguientes: Burkina Faso, Somalia, Sudan, Myanmar, Nigeria, Siria y Yemen, a los que se deberían sumar los más recientes, Ucrania y Gaza.

A los países ricos, también se les podría responsabilizar de una escasa voluntad junto a un retraso en la puesta en marcha de la integración en sus actividades a la hora de asumir los 17 objetivos y las 169 metas de los ODS.

En este año 2.024, los más notables especialistas en estas cuestiones, se están planteando con vistas al “Pacto del Futuro” de la ONU, confeccionar un borrador con la presencia de diez a veinte indicadores de crecimiento económico, bienestar y sostenibilidad; si es así, no se aprecian grandes diferencias, con lo que ahora representan los ODS, aunque con una terminología diferente.

Está previsto que esta “Cumbre” se celebre en septiembre de 2.024, donde para ese proyecto se establecerían unas etapas intermedias, años 2.026 y 2.027, con una serie de recomendaciones donde, entre otros objetivos, como novedad, se piensa en los recursos materiales en base a un modelo circular, como algo relevante. Igual habría que pensar en ese modelo circular, pero aplicado a las personas, debido a la gran cantidad de avances que se producen, por lo que se debería “reciclar” a las personas, pero de eso no se dice nada.

Los posibles nuevos objetivos deberían plantearse con mucha claridad en todos sus términos y con la condición de ser medibles y alcanzables y así poder conocer la evolución de los resultados y de esta forma poder tomar medidas que mejoren los distintos aspectos evaluados y como se hace en otros ámbitos, entrar en los procesos de mejora continua. Con los ODS, muchas de las metas no han sido desarrolladas según estos principios.

Todo lo anterior, una vez más, para las Pymes, puede no ser muy atractivo y que se escape de sus necesidades; creemos que es importante conocer que nos llegaran nuevos requerimientos que para las empresas puedan ser nuevas cargas y nuevos compromisos, que no beneficien en nada a la supervivencia de estas organizaciones.

Habrá que estar preparados.

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