Opinión Tribuna de cultura

Gente como usted

Tribuna de Cultura

Juan Royo Abenia

@juanroyoyabenia

El Gobierno, en otro ejemplo más de buenismo institucional, quiere silenciar esa coral y fluida comedia humanística, epítome de la caspa, que es ‘Gente como usted’ (Furillo, Autsaider). Ante la gravedad de los conflictos cotidianos en los que bucea, entre lavabos, bares y lupanares, el Gran Hermano actúa con hipócrita benevolencia rebajando la gravedad de los hechos acontecidos, casi con despreocupada benevolencia, con ingenua tolerancia. El Gobierno -felón y tirano- enfangado en asuntos mundanos quiere impedir el libre albedrío en su cruzada contra lo escatológico. ¡No lo logrará! ¡Libertad para los fluidos corporales!

Tras Geiger y el universo de Los Sin Nombre y la Guerra Desconocida, por fin, conoceremos la verdadera historia de ‘Chatarra Joe’ (Gary Frank, Geoff Johns, Planeta). Lo que comenzó como una divertida y creativa tira de prensa se transformará en un personaje real. Y detrás de todo, el horror de la guerra. Con guiños al ‘El hombre de hierro’ (Ted Hughes, Vicens Vives) y a su adaptación animada cinematográfica ‘El gigante de hierro’ (Brad Bird, Warnes Bross) es un homenaje al soldado desconocido, a aquellos militares muertos en combate y cuya identidad no se pudo averiguar.

‘Las nuevas aventuras de Esther. La boda’ (Carlos Portela y Aneke, Dolmen). El alma ye-ye de Purita Campos sigue latiendo con fuerza con el casamiento de la pecosa más famosa de España en la última de sus aventuras. Ojo que el vestido de novia ha sido diseñado por Agatha Ruiz de la Prada. El tiempo pasa y, la siempre independiente y moderna, Esther tiene ya cuarenta años, sigue sin saber quién es el padre de su hija, Patty y a los líos personales y profesionales se une que no puede olvidarse de Juanito.

‘Mínor el Brutolote 4. La bestia de Poowerania’ (Artur LaperlaGabriel Corbera, Planeta). Una maldición se ceba en nuestro divertido y diminuto guerrero de la tribu de los Brutolotes: el malvado Bahlfagor lo hechizó a viajar eternamente entre dimensiones, junto a su fiel mascota Calcetín, y Pavorosa, un hada que solo él puede ver. La terrible bestia conocida como la Góndola amenaza con llevar a la ruina el pueblecico de Poowerania.

Hay muchos juegos con flechas. Unos desafían la coordinación mano-ojo y estimulan el desarrollo sensorial, ejercitan habilidades de cooperación y mejoran capacidad práctica y la de distinguir formas y cosas. Otros se basan en el azar. En función de ‘Donde caiga la flecha’ (Emilia Landaluce y Rosa Belmonte, Planeta) se requiere una tarea u otra. Socorro, la periodista de sucesos protagonista de ‘La mala víctima’, cultiva la capacidad de pensamiento lógico y de transcender a la forma para llegar al fondo, a la vez que se reconoce rehén de la casualidad, el albur, el acaso, la fortuna, la chamba. “Todos creemos saber cómo reaccionaríamos si nos enteráramos de algo terrible. Hasta que nos ocurre” afirma. Un sádico crimen sin resolver, el tonto del pueblo (útil para calmar la sed de sangre de lo colectivo), estiradas caciques, rancias tradiciones y miserias varias de lo cotidiano son algunos de los ingredientes para degustar en medio de un truculente, tórrido y opresivo ambiente rural.

La temible fuerza de choque japonesa siembra el caos en Nueva York y submarinos nazis acechan el East River en una ucrónica II Guerra Mundial con protagonistas inesperados: Edison y Tesla jugarán un papel esencial en el nuevo orden que puede arrastrar al mundo libre al oscurantismo. ‘Los tres fantasmas de Tesla’ (Marazano Richard, traductor: Albert Agut Iglesias, Planeta) alertan del fanatismo totalitario ante vaticinios de éxito de nuevos experimentos con letales armas secretas.

¿Quién fue el creador de Batman? Todo el mundo lo sabe: Bob Kane. Pero ¿Y quien fue Bill Finger, un escritor que murió en 1974 en la pobreza? Ni más ni menos que el cocreador del detective de Gotham City según Marc Tyler Nobleman (‘Bill Finger: A la sombra de un mito’, Julian Voloj, Erez Zadok, Planeta) y así sería reconocido en 2015.

‘El paseo en bicicleta’ (Antón Castro y Josema Carrasco, Olifante) define el arrebato del deseo, la utopía del cambio, la imagen voraginosa de un sueño y sus arrabales, desprecia las perezas y las habituales formas del pánico. Poesía ilustrada que crece en la ciudad y en la mente, se agiganta como el amor se vuelve más cercano y vive en la ciudad, en un observatorio de estrellas fugaces o en un callejón sórdido que exhala a cualquier hora un agobiante olor a queso.

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