Seguridad Ciudadana
La reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que golpeó con dureza la Comunidad Valenciana no sólo dejó un rastro de devastación en las infraestructuras y bienes personales, sino que también atrajo una oleada de fraudes y delitos. Aprovechando el caos y la vulnerabilidad de los afectados, se registraron numerosos intentos de estafa, robos y timos que incrementaron la situación de emergencia. Ante este panorama, la Policía Nacional desplegó un amplio operativo en la región para asistir a las víctimas y combatir este tipo de delitos.
Los agentes se dedicaron a rescatar a personas atrapadas en viviendas y vehículos en áreas como Alfira y Torrent, y reforzaron la vigilancia en zonas comerciales y puntos de servicios esenciales procediendo a la detención de más de un centenar de personas implicadas en robos y hurtos. Además, se habilitó una oficina antemortem en la Jefatura Superior de Valencia, con el objetivo de gestionar la identificación de víctimas y coordinar la atención a los familiares, en colaboración con otros cuerpos de seguridad.
Fraudes más frecuentes durante la DANA
En el contexto de esta catástrofe natural, los delincuentes pusieron en marcha distintas modalidades de estafas, aprovechando la solidaridad de los ciudadanos y la confusión del momento. La Policía Nacional emitió varias alertas para prevenir a la población sobre los fraudes más comunes que se estaban produciendo:
Una de las estafas más frecuentes fue el uso fraudulento del nombre de organizaciones reconocidas, como Cruz Roja. Los estafadores, vestidos con chalecos similares a los de los voluntarios, iban de puerta en puerta solicitando donaciones supuestamente destinadas a los damnificados. Aunque se presentaban como agentes de ayuda, el dinero recaudado nunca llegaba a los necesitados, sino a manos de los delincuentes.
También se detectaron sitios web falsos que solicitaban donaciones en criptomonedas. Estos sitios aparentaban ser plataformas de ayuda directa a los afectados, pero en realidad desviaban los fondos hacia cuentas de los estafadores.
Los ciberdelincuentes también enviaban mensajes a través de redes sociales y SMS, usando enlaces que conducían a páginas fraudulentas. En algunos casos, los mensajes alertaban falsamente que el número de emergencias 112 estaba fuera de servicio, sugiriendo en su lugar otros números de tarificación especial que generaban cargos adicionales para quienes llamaban.
A través de llamadas telefónicas fraudulentas, los estafadores ofrecían «ayuda» a las víctimas o solicitaban donaciones. A menudo pedían datos bancarios o personales, y en algunos casos, prometían servicios de reparación o evaluación de daños que nunca llegaban a realizar.
Algunas personas afectadas por la DANA denunciaron la visita de individuos que se hacían pasar por trabajadores de emergencias y que ofrecían reparaciones inmediatas. Después de recibir adelantos o cobrar tarifas desorbitadas, los estafadores desaparecían sin realizar el trabajo prometido.
La Agencia Española de Meteorología (AEMET) también advirtió sobre intentos de suplantación de su identidad. Los estafadores enviaban alertas meteorológicas falsas a través de una aplicación ficticia, con el objetivo de redirigir a los usuarios a enlaces maliciosos para robar datos o dinero.
Recomendaciones de la Policía Nacional
En situaciones de emergencia, los estafadores suelen aprovecharse de la confusión y la solidaridad de las personas, siendo muy importante extremar precauciones. Es aconsejable verificar siempre la identidad de quienes solicitan donaciones, evitar realizar pagos a través de enlaces no verificados y desconfiar de comunicaciones telefónicas, mensajes o visitas no solicitadas. La colaboración ciudadana y el uso seguro de las plataformas digitales pueden ser fundamentales para evitar convertirse en una víctima más de estas estafas.