Estamos en un momento tecnológico apasionante. De esos que uno se alegra de haber nacido en este lugar y en este momento. Hoy, podemos escribir estas líneas sentados tranquilamente en nuestras casas, pero venimos de iniciar nuestra manera de comunicarnos a través de escribir en pergaminos, o teclear horas a máquina, sin capacidad de corregir una errata.

En este momento, en el que se nos agolpa la información, se nos atascan las nuevas tecnologías, en nuestro teléfono unas veces pone 3g y al poco ya 5g, aunque nos hablan del 6g y no sabemos bien ni lo que significa la “g”.

Ahora mismo, hay gente que está hablando de Computación Cuántica y de inteligencia artificial generativa, gente que está pudiendo aplicar sus conocimientos tecnológicos a la biología y a la medicina. Conceptos que a la gran mayoría le suenan abstractos, pero que van a gobernar el mundo en el que vivimos de aquí en adelante.

Y a la vez, tenemos a nuestros padres, abuelos y conocidos poco tecnólogos, que les cuesta usar el pc, no son capaces de usar Teams para una videoconferencia o “no me toques este Word98, que es el que yo sé utilizar”.

Y ambos grupos de personas convivimos en el mismo mundo, bajo las mismas reglas.  Son dos marchas, totalmente diferentes, la tecnológica y la analógica, que poco a poco irán acercándose y para que ello ocurra, estamos las empresas, los empresarios y la administración pública.

La administración pública, suele ser más reticente al cambio, le cuesta más, ya que tiene muchos más procesos administrativos que frenan el avance tecnológico.

Como aragoneses, debemos sentirnos orgullosos de estar en la marcha “tecnológica” y de que nuestra comunidad empiece a ir además a un ritmo muy similar en lo público y en lo privado.

Aragón tiene una cantidad de tecnológicas de renombre establecidas en nuestra comunidad, que nos hace ser un muy pequeño “silicon valley”, tenemos la suerte de tener un paro rozando el 0% en el mundo tecnológico.

Las empresas privadas aragonesas son compañías que invierten en tecnología para estar a la vanguardia, y nada tienen que envidiar a las empresas más grandes, del Ibex35.

Y no menos importante: nuestra administración. En el último año estamos dándole un empujón, que está siendo el ejemplo de como poner la tecnología en el centro de una CCAA : han venido grandes compañías a establecer sus centros de datos, que más allá de procesar y computar en nuestra tierra, generan un efecto llamada al resto de tecnológicas. Se ha creado un parque tecnológico, para que sea el germen de algo grande: que nuestros familiares y amigos, quieran quedarse en nuestra CCAA antes de irse fuera, porque ya lo tienen todo aquí. Se ha puesto a la vanguardia con los dos grandes Partners de ia (Microsoft y AWS), para digitalizar y transformar la administración pública. Aragón está de moda y debemos aprovechar esta ola, para atraer más empresas tecnológicas y establecer un nodo muy similar al logístico, con una ventaja que otros mercados no tienen: el teletrabajo.